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     RENACE LA LEYENDA DEL CAMPEÓN, FERNANDO GAVIRIA RENDON
     Fernando Gaviria Rendon



LITERATURA UN MUNDO MÁGICO - LA HUMANIDAD EN VIA DE EXTINCIÓN


 
 
 

LA HUMANIDAD EN VIA DE EXTINCIÓN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ESTAMOS EN MÁXIMO PELIGRO

 

 

 

 

 

 

 

 

SÓLO LE QUEDAN MENOS DE CINCUENTA AÑOS DE VIDA A LOS HOMBRES

 

 

 

 

 

 

 

 

Quiero pedirle perdón a toda la humanidad por ser el portador de tan malas noticias. Siempre me daba risa y tomaba como a unos bromistas a esos temerarios que se atrevieron, en el pasado, a pronosticar una fecha para un supuesto fin del mundo. Por lo regular eran fanáticos religiosos asediados por
los diferentes fantasmas que los acechaban, pero hoy, seis de junio del año 2016, tristemente, fui elegido por la vida para advertirle a toda la humanidad que la inconsciencia ecológica, la devastación irracional que le estamos haciendo la tierra y la equivocada elección que hará el pueblo norteamericano en las siguientes elecciones presidenciales, en los próximos cincuenta años nos van a llevar al exterminio total.

 

Es tan increíble el deterioro que le estamos infringiendo a la naturaleza, en estas últimas décadas que, en la relatividad del tiempo y en comparación con los miles y miles de años que le tomó a la conciencia eterna y a la vida la perfección del ser humano y de su entorno, es apenas un instante en nuestra evolución hacia el infinito. No comprendo en qué momento, los hombres que somos los hijos de la unidad eterna, hemos perdido la brújula y en medio de nuestros odios y ambiciones, fuimos a parar en la orgía de consumismo en la que hemos convertido nuestras vidas. Todos deseamos el auto más hermoso, la mansión mejor acondicionada y los manjares más exquisitos para nuestras mesas, y eso está bien, pero casi nunca nos detenemos a pensar, ni por un solo segundo, en el grave y acelerado deterioro que le estamos infringiendo a nuestro querido y único planeta. ¿Único?... Sí, único, porque la ciencia y la tecnología no están lo suficientemente desarrolladas para viajar por nuestra galaxia o por todo el universo en busca de un nuevo hábitat. Buscar otro planeta en el que podamos vivir, no es tan sencillo como salir a buscar un nuevo apartamento para cambiar de residencia. Vivimos en la tierra y debemos cuidarla porque no tenemos otra alternativa.

 

Es muy triste que el ser humano no haya podido descubrir cuál es su misión en la vida y que no se haya podido dar cuenta para qué existe en la tierra y cuál es el verdadero sentido de su vida.

 

Con toda seguridad, no nacimos para ser apenas un recuerdo.

No nacimos para ser los fantasmas de nuestros hijos.

El hombre ha nacido para ser el eslabón principal en el camino de la evolución hacia la eternidad, y eso se logra siendo cada vez mejores personas para poder transmitir nuestros conocimientos a los hijos, familiares y amigos, para que, entre todos y de una manera consciente, nos apropiemos de nuestra eternidad.

Los hombres somos seres de luz, dueños del universo y eternos.

Eternos sin más dudas y estamos en el planeta tierra, tratando de madurar una evolución consciente, que nos permita descubrir que todo va más allá de las cosas materiales que percibimos, que el universo es el escenario mágico donde el tiempo es relativo, donde el espacio es relativo y donde sólo existe la felicidad de nuestra eternidad suprema. La tierra es el laboratorio en el que todos nos sentimos como gusanos, pero en el que, lentamente y nutridos por el amor que les tenemos a nuestros semejantes y a nosotros mismos, nos vamos dando cuenta que nos podemos convertir en hermosas mariposas de colores, en seres celestiales sin ninguna limitación para ser muy felices por toda la eternidad.

 

Existen diferentes grados de evolución en la humanidad, y todo se debe a la cantidad de amor que lleva cada uno de los hombres en su corazón. Los dioses nos han dejado en la vida a nuestro libre albedrio, o sea que todos podemos hacer lo que deseemos y muchos lo han tomado a mal. Algunos se llenan de ambición en su corazón, y les roban el petróleo y las riquezas a otros pueblos más pequeños y, los de más allá, se llenan de rabia y compran armas y masacran a los de más acá y unos y otros se terminan perdiendo en medio del materialismo terrenal, y unos y otros se pierden en el camino de su evolución y tienen que empezar de nuevo, sumergidos en la relatividad del tiempo, hasta que sus innumerables errores les permitan descubrir que el camino es el amor y el objetivo es la eternidad.

 

En ese mismo proceso de la evolución me encontraba yo, tratando de avanzar en una forma consiente a la quinta dimensión; la dimensión que claramente nos reveló el más grande científico que nos ha brindado la humanidad en toda su historia, Albert Einstein, cuando me encontré con esta terrible realidad que los científicos nos siguen ocultando. Todas las personas que hemos tenido la fortuna de pasar por las aulas de la universidad y de comprender el fascinante mundo de las matemáticas, de la física y de la química, comprendemos que la relatividad del tiempo y del espacio, nos acerca de una forma casi que directa a la quinta dimensión, donde sólo algunos hijos de Dios han podido ingresar de manera consciente y es, en ese portal de la quinta dimensión, donde se han gestado los más grandes milagros. Siendo el inolvidable Jesús de Nazaret uno de sus más conocidos exponentes al cambiar la realidad material de nuestra tercera dimensión, con la fuerza de sus pensamientos y sus deseos, al multiplicar los panes y los peces para dar comida inmediata al pueblo hambriento, o caminando sobre el agua o resucitando a Lázaro después de haber muerto. Es esa quinta dimensión a la que entramos por la puerta que abrieron Jesucristo, Mahoma, Buda, Einstein y muchos otros que fueron conscientes de su sabiduría y de su inmortalidad. Dimensión en la que suceden los milagros y fue ingresando en ese portal como descubrí la triste noticia que me tiene agobiado, que me ha obligado a renunciar a mi empleo para dedicarme, de tiempo completo, a la concientización de la humanidad para poder salvar el planeta tierra que es nuestro hogar…


En las próximas elecciones presidenciales de los estados unidos de Norteamérica, contra todos los pronósticos, va a ganar el ególatra Donal trump y a los pocos meses va a bombardear a Siria y nuevamente a Irak, lo que le traerá enormes consecuencias, porque tendrá enemigos ocultos que llenarán su país de dolor y sangre, haciéndolo reaccionar de forma brutal y sumergiendo al planeta en una hecatombe nuclear sin precedentes. Hoy, estoy haciendo un llamado desesperado a todos los latinos para que voten por Hilary Clinton y me ayuden a salvar el planeta.
Perdón, no es el planeta el que tenemos que salvar, porque él va a continuar existiendo después de que desaparezca la especie humana. La que vamos a salvar es la vida de nuestros hijos y la de todos los humanos, que aún vivimos en este hermoso proceso de la concientización de la eternidad, para que no le suceda a la especie humana lo que tristemente le sucedió a los dinosaurios, que desaparecieron mientras que el universo continuaba en su proceso evolutivo sin detenerse. Claro que entre los dinosaurios y la humanidad hay una gran diferencia, porque aquellos inmensos animales prehistóricos, eran apenas una más de las especies de animales existentes, mientras que los hombres somos los únicos seres conscientes y pensantes, y como vamos a explicar a todos, en el pensamiento se genera el universo porque los hombres tenemos la chispa divina de los dioses en nuestra alma.

 

Bueno, pero… ¿Cuál es el fenómeno, cuál es el enemigo que va a exterminar la especie humana?...

Unos científicos españoles y unos ingenieros Colombianos estábamos estudiando el efecto de el gas carbónico (CO2) científicamente llamado dióxido de carbono, un   gas incoloro y aparentemente inofensivo, y todo lo relacionado con el deterioro ecológico de nuestro planeta, antes que yo ingresara a la quinta dimensión y visualizara la futura hecatombe nuclear y  la generalización de la tercera guerra mundial, en la que nos va a sumergir el próximo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

El análisis ecológico que hacíamos antes de mi terrible descubrimiento era el siguiente:


La combustión de combustibles fósiles y la deforestación, han producido un aumento en la concentración atmosférica del CO2 cercana al 45%, desde el comienzo de la era de la industrialización. La mayor parte del dióxido de carbono de las actividades humanas es liberado por la quema de leña, de carbón y de otros combustibles fósiles. El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero, que absorbe y emite radiación infrarroja a sus dos frecuencias de vibración activas en infrarrojos. Este proceso hace que el dióxido de carbono caliente la superficie y la atmósfera interior, y enfríe la atmósfera superior. La gran mayoría de climatólogos coinciden en que el aumento de la concentración atmosférica del CO2, y por lo tanto el efecto invernadero inducido por el CO2, es la principal razón del aumento de la temperatura media global desde mediados del siglo xx

En ese momento pensábamos que...

El enemigo era el deterioro ambiental, el enemigo era la deforestación, el enemigo eran  los flurocarbonados que están destruyendo la capa de ozono, el enemigo eran  los millones y millones de toneladas de basuras que producen nuestras sociedades, el enemigo era el monóxido de carbono (CO), el enemigo era el dióxido de carbono (CO2) que produce el efecto invernadero. No, el enemigo es la indiferencia política que no se anticipa al terrible deterioro que le estamos infringiendo a la naturaleza, el enemigo es el imperialismo salvaje que bombardea y desplaza naciones enteras, en su afán capitalista.

 

¿Pero cómo se origina el gas carbónico (CO2), científicamente llamado dióxido de carbono, que genera el famoso efecto invernadero, y desde hace algunos años es uno de los responsable del calentamiento global que lentamente está destruyendo nuestros páramos y glaciales?... El gas carbónico existía desde el principio de los tiempos, cuando el planeta era muy caliente y estaba empezando la vida, pero los árboles se nutren de ese gas carbónico (CO2) porque en la fotosíntesis capturan el (CO2), toman el carbono para convertirlo en madera y frutos y liberan el oxigeno en su máxima pureza para que toda la naturaleza se beneficie de él. En un proceso muy lento, y tardando miles y millones de años, los árboles centenarios capturaron la mayoría de ese carbono perjudicial, convirtiéndolo en madera y dejando el oxigeno puro para que origine nuestras vidas. Esos árboles antiguos fueron sepultados en profundos pozos y por la enorme cantidad de presión fueron convertidos en petróleo, gas natural y carbón mineral, pero llegó la era industrial y se necesitó mucha energía para mover las fábricas, los autos y para calentar nuestros hogares y, fue en esos tiempos que el hombre empezó a liberar el peligroso gas carbónico que está calentando lentamente nuestro planeta y que en el futuro va a extinguir nuestra especie.

 

El CO2 llamado dióxido de carbono, es un monstruo invisible y silencioso, que nos está invadiendo con su hermosa apariencia de humeante hielo seco.

 

¿Pero qué podemos hacer?...

 

¿Cómo vamos a librarnos de ese peligroso y microscópico enemigo?...

 

Muy sencillo.

 

Primero, debemos sembrar el mayor número de árboles posible.
Segundo, no podemos seguir quemando las basuras, debemos reciclarlas y
reutilizar esos productos, para evitar al máximo la contaminación ambiental.
Tercero, debemos de reducir el consumo de combustibles fósiles y empezar a
utilizar la enorme cantidad de energía solar.

Cuarto, debemos manejar una política ambiental unificada para todos los habitantes de la tierra y, así, entre todos proteger nuestro único y hermoso planeta azul.

 

¿Qué hacen los científicos y porqué no han dado la voz de alarma?...

 

Todos los hombres de ciencia son conscientes del enorme deterioro que le estamos haciendo a nuestro planeta, pero a ningún gobierno le interesa
seriamente el bienestar futuro de la humanidad y ningún científico,
individualmente, está dispuesto a iniciar una lucha que lo llevaría a renunciar
al placer y al confort que le proporciona su posición social, su auto, su
vivienda cómoda y en general todo lo que le puede brindar la sociedad de
consumo.

 

Es tan grande la indiferencia de las superpotencias y de sus científicos, que se siguen permitiendo los ensayos nucleares, detonando bombas en los océanos. Detonaciones que han cambiado levemente el eje de rotación de la tierra y han originado los tsunamis, y todos los terribles fenómenos climáticos como el fenómeno del niño, que le ha traído sequia y hambre a nuestros pueblos y especialmente al pueblo de “La Guajira”. En nuestro país, que se encuentra en una zona desértica muy vulnerable.

 

En esta sociedad moderna, todo el mundo anda buscando dinero y placer a toda costa, sin pensar en el fenómeno que nos está consumiendo lentamente, un calentamiento global que está derritiendo los glaciales y que empieza a inundar las ciudades costeras y que, irremediablemente, se van a ir sumergiendo en el mar. Lo que va a ocurrir dentro de corto tiempo es el desequilibrio total de la naturaleza. Las lluvias, el invierno incontrolable por un lado y el calor y la sequía extrema por el otro; con las terribles consecuencias de la escasez de alimentos, para la creciente población universal. Las naciones más poderosas entrarán en pánico y el desequilibrio económico será total. Los más ricos y poderosos, que ahora son tan indiferentes con los temas ecológicos, nada van a poder hacer con sus grandes cantidades de dinero, si no hay quién les venda o quién les compre sus lujosos productos.
Todos vamos a entrar en crisis y la comida y las medicinas van a ser muy
escasas, ante las terribles epidemias que se nos avecinan.

 

¿Los alimentos porqué van a escasear en el futuro?...

 

 

 

¿CÓMO VAMOS A ALIMENTAR A LOS 15.742.422.101 MILLONES DE PERSONAS QUE VAN A EXISTIR EN EL AÑO 2060 SINDEFORESTAR EL PLANETA?

 

 

 

Analicemos la situación. ¿Se puede concebir una agricultura y una ganadería que sean sostenibles verdaderamente a nivel mundial y también lo suficientemente productivas como para alimentar adecuadamente a la población, que va a ser un poco menos del doble de la que existe hoy?... Si planificamos seriamente y sólo se  permite tener dos hijos por cada pareja, a  los que ahora somos en el año 2016, unos 7.295 millones de personas, la situación se podrá controlar. Pero si no hacemos planes para controlar la explosión demográfica entraremos en una sobre población,  excepto si se dan catástrofes con efectos letales que puedan frenar  esta manera trágica de crecimiento.

 

Estamos en una situación en la que alimentar adecuadamente a los que somos y a los que vamos a ser, parece una cuestión tan espinosa, tan llena de problemas. Aquí tenemos una cita de Kissinger en 1974, cuando era Secretario de Estado de Estados Unidos, ante una importante conferencia de la FAO en Roma, decía: “dentro de diez años, en 1984, ningún hombre, mujer o niño se acostará con hambre”. Y podríamos traer a colación muchas promesas de este estilo en los
decenios pasados. Y la realidad, sin embargo, es bien diferente. Hoy todavía
sigue habiendo unos 1.200 millones de personas que padecen hambre, desnutrición o carencias alimentarias. De estos 1.200 millones de personas, la cifra no se refiere a víctimas de hambrunas solamente o personas con  desnutrición severa, sino que incluye también carencias nutricionales en oligoalimentos, por ejemplo, como resultado de una dieta pobre. Cada año siguen muriendo por esta causa 30 millones de personas.

 

Esto, si se contempla con un poco de perspectiva temporal, da como resultado una verdadera hecatombe: más de 1.500 millones de personas han muerto de hambre y desnutrición en la segunda mitad del siglo XX, cuando por primera vez, en la historia de la humanidad, estaban repletos los graneros globalmente y la
producción de alimentos estaba creciendo muy por encima del incremento
demográfico. Esto no ha sido así en épocas anteriores, pero sí que lo era en esa
segunda mitad del siglo XX. 1.500 millones de personas en medio siglo, es el
equivalente a UNA ESPECIE DE HECATOMBE NUCLEAR EN CÁMARA LENTA Y ahora nos encontramos ante el anuncio de una crisis también, lo tenéis todos los días en la prensa y en los informativos de televisión. Como símbolo de esto puede valer, por ejemplo, esa noticia de hace muy pocos días de que por vez primera en Estados Unidos se han introducido restricciones a la compra de arroz, cosa que no había pasado en ese país en toda su historia, ni siquiera en los peores momentos de la Segunda Guerra mundial. O yendo al otro extremo del mundo, por primera vez también, desde hace decenios Pakistán ha reintroducido cartillas de racionamiento en zonas vulnerables. Hemos asistido, en efecto, en tres años, a una duplicación de los precios de los alimentos en promedio y se están desencadenando estallidos sociales, “revueltas del pan” diría un historiador con memoria de la historia de los últimos tres siglos, en muchos países incluyendo a Filipinas, Haití,Egipto, Indonesia, varios países africanos y Venezuela en los últimos años.

 

Jean Ziegler, el sociólogo y activista suizo que fue, durante muchos años, responsable de Naciones Unidas para el derecho a la alimentación, hablaba incluso de “silencioso asesinato en masa” para referirse a la situación actual y señalaba, igual que han hecho otros analistas, a las causas de esta crisis actual: el incipiente cambio climático por una parte, al cual pueden vincularse fenómenos recientes como el del niño, como sequías prolongadas en países agro exportadores como la eterna dependencia del petróleo; la demanda creciente en economías de éstas que se llama emergentes, como China y la India, que están ascendiendo escalones en la cadena alimentaria (hay más gente dentro de estos países, que pasa de una dieta casi exclusivamente vegetariana a una dieta que incluye más carne y lácteos); los proyectos de expansión del uso de agro combustibles como el biodiesel, o sea es cierto –también ha habido mucho debate sobre esto en los últimos meses- es verdad, como dicen los defensores de los agrocombustibles, que de momento, es sólo una pequeña fracción de las cosechas mundiales actuales la que está empleándose de hecho para fabricar bioetanol o biodiesel, pero el mecanismo por el cual han actuado en el incremento de los precios no es ése, no es el uso directo que efectivamente es todavía muy pequeño, sino los planes expansivos tremendos de la Unión Europea, de Estados Unidos, que amplificados por los movimientos especulativos en los mercados, han empujado estos precios al alza; y con todo ello la especulación también alentada por las transformaciones que han impulsado las políticas neoliberales en los últimos treinta años.

 

En efecto, hace pocos días lo denunciaba también el subdirector general de la FAO, decía textualmente: “ante una crisis hipotecaria o financiera, como las que se han vivido recientemente en U.S.A. y en ESPAÑA hay masas de dinero que van cambiando de producto y ahora parte de esos capitales han decidido refugiarse en los alimentos, algo que no pasaba desde hace tres décadas, esas inversiones han empezado a empujar los precios hacia arriba”. Hay datos que se nos escamotean frecuentemente, no se suelen vincular los excelentes resultados de las empresas de agro negocios en estos últimos años con esa subida de los
precios. Pero evidentemente tiene bastante que ver. En concreto, los beneficios
de Cargill, que es la mayor multinacional del mundo en el comercio de cereales,
aumentaron, en este período en que se duplicaba el precio de los alimentos, un
36% en 2007 y nada menos que un 86% en el primer trimestre de 2008. Por tanto,
grandes negocios al mismo tiempo que suben los precios de los alimentos.

 

Si mirásemos hacia atrás, yo cada vez pienso más, creo más, que traspasamos un
umbral decisivo alrededor de 1980. Habría más razones incluso para pensarlo que
las dos que voy a enunciar ahora, pero esas dos bastan para sustanciar algo así
como la idea de un umbral alrededor de 1980. Por una parte, y por vez primera
en la historia del mundo, hacia 1980 la huella ecológica conjunta de la
humanidad –la huella ecológica es una herramienta contable que lo que hace es traducir impactos ecológicos a términos territoriales y entonces sirve como una
aproximación útil a la demanda humana global de recursos naturales y de
servicios ecosistémicos, pues por primera vez hacia 1980 esa huella ecológica
conjunta de la humanidad superó la biocapacidad del planeta. Lo cual es tremendo. Eso quiere decir que desde entonces, y cada vez más intensamente, ESTAMOS VIVIENDO POR ENCIMA DE NUESTROS MEDIOS, EN LO QUE SE REFIERE A LO QUE EL PLANETA PUEDE DAR DE SI EN RECURSOS NATURALES Y EN SERVICIOS ECOSISTÉMICOS. Eso pasó hacia 1980.

 

Y también hacia 1980 ocurrió, más o menos, ese cambio de signo político que
solemos identificar, solemos emplear como marcas para ello, las victorias
electorales de Thatcher en Gran Bretaña y de Reagan en Estados Unidos. A partir
de entonces se afianza ese largo período de predominio de la ideología neoliberal y neoconservadora, y las políticas concordantes que han aplicado desde los gobiernos, no sólo las derechas sino también las izquierdas, más o menos socialdemócratas cuando estaban en el gobierno. Si hubiera que cifrar en
cuatro palabras esto podríamos hablar de: tecnolatría, de mercadolatría, de
individualismo posesivo y de consumismo nihilista. Todavía estamos, por desgracia, en esa fase. Resulta irónico pensar que precisamente cuando nos
hacía falta conciencia de especie, para hacer frente a desafíos inéditos en la
historia de la humanidad, precisamente cuando ese sobrepasar la huella
ecológica conjunta de la humanidad a la biocapacidad del planeta, nos indica una
situación de insostenibilidad grave, creciente y de problemas cada vez mayores, recibimos unas políticas salvajemente consumistas y materialistas, totalmente inadecuadas para hacer frente a ese tipo de desafíos. ¿Y QUÉ HAREMOS EN EL AÑO 2060 CUANDO LA POBLACIÓN Y SUS NECESIDADES VAN A ESTAR DUPLICADAS?...

 

Las hambrunas o la desnutrición crónica no son catástrofes naturales y eso, desde
luego, en una época en que ni siquiera las catástrofes naturales van siéndolo.
Hoy tenemos que pensar también de otra manera acerca de eso, cuando fenómenos como las inundaciones, los TSUNAMIS o los huracanes empezamos a verlos fundamentalmente como algo vinculado con la acción humana a través del calentamiento climático.
El hambre y la desnutrición no son problemas fundamentalmente técnicos sino
sobre todo problemas político-sociales, consecuencia de la desigualdad y de la
injusticia.

 

Las hambrunas no están causadas por falta de tierras ni de alimento, sino por falta
de acceso al alimento y de fuentes de ingresos monetarios en momentos críticos.
Por no dar más que un par de datos en ese sentido, casi la mitad de los niños menores de cinco años desnutridos en el Sur, principalmente en Argentina y en Colombia, y en los países de Suramérica, viven en países con excedentes de alimentos. No es que haya una carencia absoluta de alimentos, sino una falta de acceso a los mismos y una corrupción política que se roba el dinero destinado para los alimentos de los niños.

O bien, otro dato. El consumo de alimentos del 20% más rico de la población
mundial era hacia el año 2000, dieciséis veces mayor que el 20% más pobre. La
desigualdad social que condiciona el acceso a los alimentos no es un problema
técnico, es un problema moral y un problema político. Tampoco el deseo creciente de carne y pescado, ese ascender en la cadena alimentaria que se asocia con el desarrollo tal y como lo entendemos convencionalmente, o el deseo de movilidad motorizada individual son problemas técnicos, de nuevo son problemas político-morales.

 

Y entonces, otra conclusión provisional, yo diría que o bien nos planteamos
cambiar nuestras políticas y eso que a veces se llama nuestro “estilo de vida”,
a lo que eso apunta es a nuestra forma de trabajar, de producir y de consumir,
o eso, o asumir la desnutrición y la muerte por hambre de cientos de millones de
personas. En nuestra sociedad en cuanto se dicen cosas así, se pone también
sobre la mesa esta palabra de “catastrofismo” o “pesimismo catastrofista”.
Vamos a intentar ver lo que puede haber, si pueden estar justificados ese tipo
de reproches o reacciones.

 

 

¿Por qué habríamos de cambiar políticas y estilo de vida?... Para responder a ello
tenemos que ahondar un poco en las causas de los desequilibrios de hoy. Si
hablamos de alimentación humana de una forma sostenible, en un mundo, en
sociedades que sean sostenibles, es decir que sean capaces de perdurar sobre
este planeta, sin poner en riesgo las bases naturales sobre las cuales se
asientan, cosa que hoy no está sucediendo, nuestras sociedades hoy son
insostenibles, profundamente insostenibles. La sostenibilidad tiene que ver con
el logro de formas de equilibrio entre distintas dimensiones de la vida humana,
entre dimensiones ecológicas, sociales, económicas, y las consecuencias y
objetivos de estas dimensiones de la vida humana. Sin embargo hoy, por
desgracia, agricultura, ganadería y alimentación casi podrían servir como un
ejemplo paradigmático de desequilibrio, están muy lejos de una situación
equilibrada.

 

Y los desequilibrios en este ámbito son múltiples, van desde la ruptura de ciclos
naturales básicos como el ciclo del nitrógeno, hoy como consecuencia de la
agricultura industrial que se ha desarrollado, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, estamos aportando, vía los abonos de síntesis, más nitrógeno a los ecosistemas del que estos mismos pueden incorporar por vías naturales, lo cual también es una enormidad. Yo creo que un científico de comienzos del siglo XX, por ejemplo, a quien se le hubiera dicho esto, no se lo hubiera creído, no hubiera pensado que algo así fuera posible y sin embargo ahí estamos, hasta desequilibrios como la pérdida muy acelerada de biodiversidad,
tanto natural como agropecuaria, de la cual a veces no se habla tanto en la
prensa o en la televisión, pero que tiene también consecuencias potencialmente
tremendas; ese perder constantemente variedades de plantas y animales de
interés agropecuario, como las abejas y los cucarrones, fragiliza también cada vez más nuestros agrosistemas; pasando, por mencionar otros desequilibrios, por la desvalorización tan perturbadora del trabajo agropecuario o por la existencia de terribles bolsas de trabajo esclavo y trabajo infantil en los sectores agrarios de algunos países. Todo eso dentro de esa parte del sector primario que es la agricultura y la ganadería.

No tengo tiempo para ahondar en cada uno de estos desequilibrios, pero sí que voy a mencionaros uno de ellos que resulta muy ilustrativo. Aunque en el mundo hoy existen recursos más que suficientes para alimentar de manera adecuada a todos los seres humanos, sin embargo, casi la mitad de la población mundial está
malnutrida o por defecto o por exceso, ya antes veíamos esos 1.200 millones
aproximadamente de personas malnutridas por defecto, por carencias alimentarias
de uno u otro tipo, pero también tenemos otros 1.200 millones de personas
aproximadamente, que padecen malnutrición por exceso, en los países de América del norte sobre todo y en determinadas capas sociales de los países de América del sur. La ingesta de un exceso de calorías, de proteínas y de grasas animales causa sobrepeso y los problemas de mala salud que una mala dieta origina. Esto, en los últimos años, pues, ha sido identificado hasta como una epidemia por los sistemas nacionales de salud de algunos países incluyendo el nuestro. También esto aparece con frecuencia en los medios de comunicación, la obesidad es un factor de riego en dolencias cardiovasculares, diabetes, derrames cerebrales, artritis, algunos tipos de cáncer.

Con lo cual tenemos para más de 1.000 millones de personas las enfermedades del hambre o de la malnutrición y para otros más de 1.000 millones las enfermedades del sobrepeso. Esos cientos de millones de personas malnutridas, por exceso, muestran con claridad que más no es siempre mejor, algo que debería ser una obviedad y que es casi paradójico en esta cultura nuestra, en concreto en la que la corriente de fondo es “más es mejor”. Por debajo de un umbral mínimo, las 2.200 Kcal. Que la FAO estableció hace ya tiempo, se padece desnutrición, pero hay también umbrales máximos a partir de los cuales consumir más va en detrimento de la salud de cada uno y de cada una.

 

En Colombia esto se ve bien, también es una manera muy gráfica de ilustrar este
tipo de desequilibrios. En los últimos cuatro decenios hemos asistido a un deterioro de la calidad de la dieta promedio por exceso de consumo de carne, de
grasas animales y por déficit de fibra vegetal, hidratos de carbono, frutas y
verduras en general. Los colombianos y colombianas comíamos mejor hacia 1965
que en 2015. Si se analiza esta cuestión con perspectiva diacrónica, a lo largo
del tiempo, si se va viendo la evolución de la dieta desde 1940 aproximadamente
hasta hoy, se aprecia cómo se va pasando de una situación de malnutrición por defecto, a la salida de la guerras políticas y los años que la siguen, a una situación
hacia 1965 en que prácticamente coincide la dieta promedio con el ideal dietético, materializado en esa dieta milenaria que nos sirve como dieta patrón, y a partir de ahí el exceso en el consumo de productos cárnicos, grasas animales, etc., lleva a que la dieta promedio se vaya separando cada vez más del ideal dietético, con lo cual pasamos de un desequilibrio a otro desequilibrio.

 

Las dietas típicas de los países desarrollados son demasiado ricas en carne y, a
medida que los países que llamamos subdesarrollados ingresan en estadios del
desarrollo, sus habitantes típicamente ascienden por la cadena atrófica y van
consumiendo menos alimentos vegetales y cada vez más carne y productos lácteos.
Eso es un problema. No tenemos lo suficientemente presente, la gran diferencia
en cuanto a impacto ambiental que producen las dietas básicamente vegetarianas
o las dietas muy ricas en carne, pero ese impacto es muy diferente. Cuando
comemos carne de animales criados con productos agrícolas, carne procedente de ganadería industrial, este razonamiento no se aplica de esa manera a los animales criados exclusivamente en pastos, al aire libre, pero sí para el grueso de la carne y de los productos animales que consumimos provienen de ganado estabulado, en esas condiciones industriales,  entonces perdemos entre el 70% y el 95% de la energía bioquímica de las plantas.

 

Y eso tiene que ver con una ley biológica muy básica que a veces los biólogos llaman “ley de Lindeman”, al subir un escalón en una cadena atrófica se pierden
aproximadamente las nueve décimas partes de la biomasa. Si pasamos del escalón de los herbívoros al de los carnívoros que se alimentan de esos herbívoros, pues tenemos que la biomasa de los carnívoros es típicamente sólo la décima parte de la biomasa de los herbívoros, igual que la de éstos es sólo
aproximadamente la décima parte de las plantas a partir de las cuales se
alimentan. Eso tiene implicaciones muy profundas cuando hablamos de la
alimentación humana. Para obtener un kilo de proteína de origen animal, en
sistemas industriales empleamos entre 3 y 20 kilos de proteína de origen
vegetal, que podrían consumir directamente los seres humanos. Con lo cual, ese
aumento del consumo de carne y productos lácteos tiene un efecto explosivo
sobre la base de recursos a partir de la cual nos podemos alimentar. Y de hecho
nos vamos encontrando, a medida que pasamos a esa situación de un mundo con
relativamente mucho espacio ecológico y pocas personas, como han vivido
generaciones anteriores de seres humanos, a este mundo que es el nuestro ahora, donde hay muchas personas y una restricción cada vez mayor del espacio
ambiental o del espacio ecológico, entonces empezamos a encontrarnos con
conflictos entre los recursos básicos y en particular podemos preguntarnos si,
¿ producimos alimentos para las personas o para el ganado?...

 

Lascifras oficiales de la FAO hablan de 800 millones de personas víctimas del
hambre y la desnutrición y sin embargo, la mayor parte del maíz y de la soja,
que son alimentos ricos en proteínas, sobre todo la soja, que se cultivan en
este mundo, se está utilizando para alimentar al ganado vacuno, a los cerdos y
a los pollos. Más del 40% de los cereales del mundo y más de la tercera parte
de las capturas pesqueras, se emplea para alimentar la excesiva cabaña ganadera de los países del Norte.

 

Tenemos en estos países ricos dietas no generalizables, y eso se refleja, la brecha americana Norte-Sur se refleja fielmente, en el destino que damos a los cereales. En el Norte, apenas el 30% de los cereales se consume directamente por las personas, mientras que el 70% se emplea en criar animales. Por el contrario en Suramérica prevalece la ingesta directa de cereales. Yo diría que esas dietas altamente cárnicas, que prevalecen en los países del Norte, hoy no son moralmente aceptables por ese carácter intrínsecamente no generalizable que tienen.

 

Además de eso, los costes ambientales de la ganadería industrial son muy grandes.
Datos de la FAO indican que para producir un kilo fresco de ternera, en sistemas
industriales, se requiere un consumo de agua quince veces superior al del
equivalente que en vegetales y HAY UNA IMPORTANTE CONTAMINACIÓN CON DIÓXIDO DE CARBONO, EL PRINCIPAL GAS DE EFECTO INVERNADERO, o en metano procedente también del ganado vacuno en ganadería industrial.

En fin, a mi juicio, es un verdadero desastre. Tenemos ahí campos de concentración para seres sintientes, viviendo en condiciones que no son aceptables, fábricas de carne a modo de cadenas de montaje que consumen altas cantidades de energía, contaminan las reservas de agua, generan una proporción muy importante de los gases de efecto invernadero, casi la quinta parte del total mundial, según los datos de la FAO- y que requieren cantidades cada vez mayores de maíz, de soja y de otros cereales, lo cual presiona sobre la base limitada de recursos en la que se apoyan nuestras sociedades. Tendría interés darnos cuenta de que esta idea, el asociar estas fábricas de carne de la ganadería industrial a las cadenas de montaje, estaría justificado de un modo muy literal, o sea, ahí no hay una analogía gratuita sino que históricamente de hecho fueron los sistemas de despiece, en los mataderos de Chicago, los que inspiraron la producción de Ford en los automóviles y después en otro tipo de bienes de consumo en los primeros decenios del siglo XX. Históricamente esto es así, Ford se inspiró en esas cadenas de despiece de los mataderos de Chicago.

 

En fin, aquí hay algunos datos más sobre ese enorme impacto ambiental que tiene la ganadería industrial, pero no vamos a detenernos en ello.

También el consumo de pescado es demasiado alto en todo el mundo aunque, por fortuna, hay otros países que tienen menos consumo de pescado per cápita que nosotros, pero, desde luego, españoles, norteamericanos y japoneses están en lo alto del ranking mundial de consumo de productos del mar. También estamos ahí consumiendo insosteniblemente, abusando de lo que pueden dar de sí los mares y océanos del planeta. Aquí tenemos también algunos datos pero no voy a detenerme en ello tampoco. Baste mencionar solamente este dato, de que la industria pesquera, en los últimos decenios, ha eliminado el 90% de los peces grandes de los océanos. Sólo eso ya debería hacernos reflexionar, porque si en el 2016 ya se están acabando las reservas pesqueras, qué peces íbamos a comer en el 2066 cuando será nuestro triste final.

Voy a enunciar ahora las dificultades con las cuales nos vamos a encontrar,
y estamos encontrando, ya de hecho vamos a encontrar en los tiempos por venir, para materializar esa alimentación adecuada para toda la humanidad, que es
perfectamente posible según veíamos al principio, si deseamos hacerlo. Pero en
ese “si quisiéramos hacerlo” tendríamos que hacer frente a una serie de
dificultades, algunas ya conocidas y otras nuevas hasta cierto punto, que hay
que tener presentes. Una de ellas, las herramientas que han permitido en el
siglo XX el gran incremento de producción agropecuaria que se dio, han perdido
buena parte de su potencial, o sea, no podemos pensar simplemente en repetir
una especie de revolución verde del siglo XXI porque las herramientas de la
revolución verde han dado de sí casi todo lo que podían dar. Por ejemplo, la
mejora genética en los cereales, que constituyen la base de alimentación humana,
ya no va a poder incrementar demasiado el índice de cosecha de los cereales, es
decir, la biomasa comestible de los mismos, porque para eso hay límites
biológicos absolutos, cerca de los cuales estamos ya después de los procesos de
mejora genética realizados en el siglo XX, que trajo inmensas consecuencias con esos transgénicos que dieron origen a los miles y miles de transexuales, gays y lesbianas originados por el irresponsable manejo genético que explico ampliamente en mi libro “ LOS MONSTRUOS CREADOS POR LOS TRANSGÉNICOS Y LOS ANTICONCEPTIVOS”.

 

Tampoco podemos pensar que aumentar el consumo de fertilizantes inorgánicos vaya a producir grandes incrementos de las cosechas, por el contrario, en la mayor parte del mundo ahí se ha tocado techo ya, solamente algunas zonas de cultivo podrían responder a un aumento de la fertilización inorgánica, pero en general ahí ya hemos tocado techo. Igual que no cabe pensar en una gran expansión ulterior de los regadíos porque ya tenemos sistemas Sobredimensionados en muchos países con acuíferos sobreexplotados en grandes regiones y cursos de agua, ríos, que están intervenidos en exceso. Por otra parte, la tierra cultivable está sometida a grandes amenazas: erosión, desertificación, contaminación de los suelos y pérdida de suelo de cultivo por expansión de los asentamientos urbanos y las infraestructuras, y tampoco hay grandes reservas vírgenes que se puedan poner en explotación, por tanto, también ese recurso básico, absolutamente básico, que es la tierra de cultivo se encuentra  con dificultades si quisiéramos explotarlo todavía más.

Las pesquerías oceánicas están mucho más allá de lo que pueden dar de forma
sostenible y tampoco cabe pensar que la acuicultura vaya a tomar el relevo en
esa producción, por razones que luego si quieren podemos abordar en el
coloquio. En fin, hay límites cercanos en ese tipo de herramientas de
intensificación de la producción agrícola y ganadera que hemos usado a lo largo
del siglo XX. Con lo cual la intimación a cambios más profundos, a cambios no
técnicos sino, insisto, cambios político-morales es muy fuerte, y es un asunto que
no hay que perder de vista.  

En lo que podemos describir, en términos ecológico sociales como un mundo lleno, eso quiere decir un mundo saturado en términos ecológico ambientales o de espacio ambiental, un mundo en el cual la demanda global de la humanidad supera la biocapacidad del planeta como es el caso ahora, hay cada vez más fenómenos de competencia por recursos escasos. Escribía Krugman, hace pocos días, en un artículo titulado “Los alimentos y el petróleo barato ya son cosa del pasado”:
“los precios altos del petróleo, porque continúan siendo altos a pesar de todo, tienen también mucho que ver con el crecimiento de China y otras economías emergentes. De manera directa e indirecta, estas crecientes potencias económicas compiten con el resto de nosotros por los escasos recursos, incluidos petróleo y tierras de cultivo, lo que hace subir los precios de las materias primas de todo tipo”. Y aunque eso está en un horizonte un poquito alejado… Estamos sólo empezándolo a ver, va a ser un factor que cada vez va a tener mayor importancia en los tiempos por venir, si avanzamos hacia sociedades sostenibles las demandas que va a dirigir la sociedad, al sector primario, van a crecer cada vez más grandes. O sea, ahora identificamos la producción agropecuaria sobre todo con la producción de alimentos y de fibras, pero en una sociedad que fuese sostenible, donde parte de lo que han proporcionado en el pasado los recursos minerales y los combustibles fósiles lo proporcionase de manera renovable la tierra, las exigencias para los campos de cultivo o para la extracción de biomasa van a ser crecientes. Por una parte no podemos concebir una sociedad sostenible que no se base sobre la energía solar, la fotosíntesis y el “cierre de ciclos” de los
materiales, pero por otra parte eso quiere decir nuevas demandas productivas
para el campo. Lo estamos viendo ya con el debate sobre los agrocombustibles en
estos últimos tiempos, es incipiente sólo pero tenéis que pensar que en un
mundo que avance hacia la sostenibilidad no van a ser solamente
agrocombustibles sino que vamos a estar pidiendo más cosas, por ejemplo
materiales de base para la química verde del campo.

 

Una actividad agrícola en sociedades sostenibles tendría que proporcionar también un número creciente de materias primas industriales: biomasa para usos
diversos, agrocombustibles, fibras, biopolímeros, materiales estructurales,
revestimientos, lubricantes, resinas, aceites, hormonas vegetales (que están contaminando el código genético humano y que nos convertirán en seres estériles y transexuales sin remedio), detergentes, materia prima para la química verde, productos farmacéuticos, papel, cartón y otros.

Como ven, esto dibuja un horizonte que también es complicado puesto que esa base de recursos es limitada. Y aquí siguen algunos datos sobre la reciente polémica acerca de los agrocombustibles –ya digo que voy a pasar un poco por encima de esto porque seguro que lo tienen suficientemente presente a partir de los medios de comunicación en estas semanas pasadas.

 

La idea de los cultivos energéticos, cultivos para producir no sólo energía, no
solamente en forma de agrocarburantes líquidos por ejemplo, sino también de
otras maneras. Esto puede ser una solución o una locura y todo depende del tipo
de cultivo y de los usos alternativos de la tierra. Por ejemplo, cultivar maíz
para producir etanol tiene bastante de disparate, pero si por ejemplo se
cultivan extensivamente en tierras pobres cardos para generar electricidad en
mini centrales térmicas a lo mejor eso es una idea más sensata, aunque el calentamiento global se elevaría al doble y se acabarían los pocos glaciares que nos quedan y se elevaría significativamente el nivel del mar. Lo que resulta
inviable es pretender mantener los niveles actuales de despilfarro energético
sin cambio de modelo, simplemente sustituyendo combustibles fósiles por biomasa y biocombustibles. Y la cuestión de fondo que aparece una y otra vez son los problemas de escala y la necesidad de autolimitación.

 

VAMOS A TENER DIFICULTADES CRECIENTES POR EL CALENTAMIENTO CLIMÁTICO – debemos detenernos en esto, simplemente se los menciono. En países como el nuestro, en países tropicales, en la zona en la que estamos por unas razones, y en otras regiones del planeta por un conjunto diferente de fenómenos, hay que esperar dificultades crecientes en el terreno agroalimentario del calentamiento climático.

 

Tenemos también las dificultades que vienen del final de la era del petróleo barato en una agricultura y una ganadería que se han hecho tan petróleo dependientes como lo son la agricultura y la ganadería industrial en estos últimos decenios. En
agricultura intensiva actual el consumo de energía fósil está por encima del
95% de las entradas energéticas externas en los agroecosistemas. Tenemos una
gran cantidad de insumos, fertilizantes, gasóleo, fitosanitarios, maquinaria, que son todos ellos petróleo transformado.

 

Bueno, pues eso en un mundo en el cual el petróleo y los demás combustibles fósiles están tocando límites también ahí, con el peak oil o el cenit del petróleo, también va a causar cada vez más dificultades. Comer petróleo, que en cierto modo es lo que estamos haciendo hoy, no es sostenible, comer del sol es sostenible. En el pasado las sociedades humanas han comido a partir del sol
pero la sociedad industrial que se ha desarrollado en el siglo XX está comiendo
sobre todo del petróleo.

 

Eso no es sostenible y también tenemos que ser conscientes de ello. Y tenemos un importante conjunto de dificultades que provienen de tratar los alimentos como
simples mercancías, con preguntas tan básicas como ésta: ¿si los beneficios de
los inversores deben prevalecer sobre las necesidades más básicas de la gente,
como es la alimentación?

Hoy tenemos dependencia y hambre como consecuencia de la pérdida de soberanía alimentaria que ha venido forzada o facilitada al menos por las políticas neoliberales de los últimos decenios. El 70% de esos países que seguimos llamando en vías de desarrollo son hoy importadores netos de alimentos. Eso es una situación de fragilidad, de vulnerabilidad, cuya magnitud apreciamos ahora después de haberse duplicado los precios de los alimentos en los últimos años.

 

El caso de Haití, por ejemplo, es muy ilustrativo. Es uno de estos países donde ha
habido ya “revueltas del pan” muy importantes en las últimas semanas al subir
drásticamente los precios del arroz. Pero claro, Haití que es de los países más
pobres del mundo sin ninguna duda, sin embargo era autosuficiente en la
producción de arroz con productores locales a mediados de los años noventa.

 

La liberalización y la apertura de mercados se llevó esto por delante, el tipo de
políticas que han favorecido el Banco Mundial y las instituciones vinculadas
con él, y la mayor parte de estos productores fueron expulsados de los
mercados, el país pasó a depender cada vez más del arroz importado de Estados
Unidos y cuando ahora en poco tiempo se han duplicado, y más que duplicado, los
precios del arroz eso ha causado directamente hambre. Y hay historias parecidas
en muchos países del Sur y especialmente en Colombia. Si se viera por ejemplo
lo que ha ocurrido con el maíz en México también desde mediados de los años
noventa hasta ahora con la implementación de los transgénicos, pues tendríamos una historia paralela, todavía más irónica si se quiere, teniendo en cuenta que México es la cuna del maíz, el centro de diversidad originaria del cultivo, el lugar donde se domesticó el cultivo por vez primera.

 

Es posible hacer las paces con la naturaleza en lo agropecuario, aunque no es
posible eliminar la tragedia de la existencia humana, en el sentido de que
matamos para comer e incluso, con una dieta estrictamente vegetariana, vamos a
producir la muerte de algunos seres vivos, no podemos producir bienes y
servicios sin generar algunos daños a los ecosistemas y a los seres vivos, pero
sin incurrir en angelismos de ningún tipo, es posible hacer las paces con la
naturaleza en el ámbito de la producción agraria y ganadera. Esta producción va
a tener inevitablemente algunos impactos sobre el medio ambiente y sobre los
seres vivos, toda actividad humana los tiene, pero esos impactos pueden ser muy
grandes o muy pequeños y en eso los números importan, no da igual ocho que
ochenta. Antes ya veíamos algo de esto al reflexionar un momento sobre los
impactos diferenciales de las dietas muy vegetarianas o muy cárnicas.

 

Tenemos una magnitud de opciones que tienen efectos ambientales y sociales diferentes.
Con diferentes opciones de producción y consumo podemos causar daño de magnitud uno, de magnitud cinco, de magnitud veinte o de magnitud cien y, según esas opciones, tendremos también responsabilidades diversas. Si quisiéramos decirlo con una imagen, el eslogan ecologista tan conocido de “caminar ligeramente sobre la tierra” es una aspiración legítima, creo que hay que aspirar a ello aunque no a levantarnos levitando unos palmos por encima de la tierra.

 

Aquí pongo otra vez el ejemplo de pasar de una dieta carnívora a una dieta
básicamente vegetariana,  que reduciría fuertemente el impacto ambiental
relacionado con las actividades de la alimentación. Hay también algunos
cálculos concretos en los cuales no voy a detenerme ahora.

 

Esos cálculos en el caso de comparar una dieta muy carnívora con una dieta
básicamente vegetariana se mueven en un abanico de opciones, en un orden de
magnitud de hasta 1 a 40, cuarenta veces menos impacto ambiental una dieta
vegetariana en ciertas condiciones que una dieta altamente carnívora. Claro,
daño de magnitud uno o daño de magnitud cuarenta son cosas bastante diferentes.

 

O por poner otro ejemplo concreto, la misma cantidad de tierra puede producir hasta 26 veces más proteína para consumo humano plantando en ella espinacas que dedicándola a pienso para ganado vacuno. Si no hay más tierras disponibles para la agricultura, ahí nos encontramos con toda esa competencia para usos de la tierra que cada vez más va a ser un problema acuciante, ¿da igual alimentar a
una persona que alimentar a veintiséis personas con la misma superficie de
tierra?

 

Indico otra vez que aquí tenemos un rango de opciones, jugando con estas maneras diferentes de cultivar, criar ganado, producir y consumir con el factor de la dieta, tenemos opciones humanas cuyos resultados para la biosfera son muy diferentes, ya digo en un rango de hasta 40 a 1, y con ello regresamos, y lo voy a hacer todavía otra vez más al acabar, al punto de partida: los problemas de verdad, no son problemas técnicos sino sobre todo problemas político-morales.

 

Y ahora ya algunas ideas para ir concluyendo. La primera y la más importante, la
idea de autolimitación. Si nos guiamos por esta especie de máxima implícita en
buena parte del funcionamiento del sistema agroalimentario actual en países
ricos que viene a decir “de todo en cualquier lugar y en cualquier momento”,
eso conduce, por toda una serie de mecanismos que con más tiempo los podríamos detallar, a la ruptura de límites y el forzamiento de los aprovechamientos propios de los diferentes territorios y, con ello, a graves impactos ecológico sociales. Por el contrario, el aprovechamiento sostenible de la
biomasa, y en particular de la biomasa para la alimentación humana, requiere
autolimitación y mesura. Una de las maneras en que esto debería manifestarse es
la idea de comer lo propio del lugar y de la época en cantidades adecuadas. El
impacto ambiental que tiene la fruta de temporada en un lugar, comparado con la
fruta traída en avión desde el otro extremo del mundo, en una época en la cual
no está disponible cerca, es enormemente diferente.

 

La idea de que la dieta importa. Nuestras dietas pueden ser ecológicamente
insostenibles, socialmente injustas y moralmente inaceptables. Ahí las variables claves son en principio: la estacionalidad, la territorialidad, el contenido en carne y en pescado, como veíamos antes, la naturaleza de los productos y procesos, ahí tenemos la ganadería extensiva enfrente de la intensiva o la pesca artesanal frente a la pesca aniquiladora que ahora practican las flotas industriales, y también la dimensión de lo visible y lo oculto que raras veces aparece esa parte oculta de la producción insostenible agropecuaria pero que deberíamos tener más presente.

 

Es importante ir introduciendo la idea de descender en la cadena alimentaria, o
sea es completamente aberrante, no nos damos cuenta pero en Colombia, siendo un país subdesarrollado,  uno va casi a cualquier restaurante, va a ver la carta de segundos platos en ese restaurante, y lo que encuentra es prácticamente nada más que carne y pescado, hay restaurantes vegetarianos claro está, pero en un restaurante “normal” los segundos platos son siempre carne o pescado. Eso es aberrante, es como estar funcionando con los esquemas de aquella situación en que hemos estado, a lo mejor hace decenios, los seres humanos pero ahora ya no estamos, no estamos ya en un mundo vacío en términos ambientales sino en un mundo lleno. Pues en un mundo lleno de gente y de escases no puede ser comer carne y pescado todos los días, convertir eso en nuestro ideal dietético como en un país como éste estamos haciendo. Debería ser más parecido a la ingesta mucho más moderada de carne y pescado que era típica en la dieta de nuestros abuelos, por ejemplo. Consumir productos que ocupen un lugar más bajo en la cadena alimentaria,  libera espacio ambiental para alimentar a más seres humanos, a otros seres humanos, y también para otros seres vivos con los que compartimos la biosfera. Consumir crustáceos o peces herbívoros en vez de peces carnívoros, como el atún o el salmón, es la misma idea aquella de
la ley de Lindeman que hablábamos antes, la misma idea en el caso de los peces,
o consumir verduras en vez de carne reduce los daños ecológicos ocasionados por la producción.

La idea de soberanía alimentaria, que es muy importante y que ahora está de
completa actualidad con la crisis de estos días. Aquí tenéis unas declaraciones
de George Bush en 2001, hablando en Washington del futuro de la agricultura y
de la ganadería estadounidenses, donde decía: “es importante para nuestra
nación cultivar alimentos, alimentar a nuestra población.

-        Estados Unidos es una
potencia agropecuaria mundial como sabemos-. ¿Pueden ustedes imaginar un país que no fuera capaz de cultivar alimentos suficientes para alimentar a su población?... Sería una nación expuesta a presiones internacionales. Sería una nación vulnerable. Y por eso, cuando hablamos de la agricultura americana, enrealidad hablamos de una cuestión de seguridad nacional”.

 

En fin, como se ve aquí, el presidente de Estados Unidos parece un decidido
partidario de la soberanía alimentaria, por emplear el término que han empleado
Vía Campesina o las ONG de solidaridad con Suramérica en estos años pasados. Lo cual puede parecer un poco sorprendente. Aquí tendríamos a Bush coincidiendo con el discurso de esos llamados antiglobalización. ¿Cómo es eso? Lo que sucede es que en eso Estados Unidos, también la Unión Europea de otra manera, practican la ley del embudo, defendiendo su propia soberanía alimentaria y en cambio instando a los demás países a que la abandonen. Mientras que Vía
Campesina pide soberanía alimentaria para todos, Bush lo pidió para Estados
Unidos, mientras que fomentaba la dependencia alimentaria de los demás. Las
políticas de la Unión Europea no han sido muy diferentes en estos años últimos.

 

Tecnología, política y ética. Insistir todo el rato en la idea de que los problemas de
fondo son políticos y morales y no técnicos, eso no quiere decir que no haya
todo un terreno para las mejoras agronómicas técnicas, que lo hay, hay cosas
que necesitamos hacer mejor en agronomía, pero aparte de trabajar en ese sentido, es más importante combatir la pobreza, mejorar las infraestructuras para la distribución de los productos y favorecer la autosuficiencia regional, la
soberanía alimentaria de esas regiones, apoyando a los agricultores de subsistencia, en lugar de intentar expulsarlos, eliminarlos, echarlos, como se
ha hecho en los últimos años por los grupos armados Colombianos, los de derecha y los de izquierda que no tienen la cultura necesaria para manejar estos fenómenos.

 

Las medidas más efectivas para mejorar la seguridad alimentaria en el planeta, no
son cambios tecnológicos sino cambios político sociales que protejan la base de
recursos naturales, a la vez que los distribuyen con más justicia y mejoran la
situación de los campesinos pobres.

 

Necesitamos una intensificación alternativa. No podemos prescindir de una agricultura de alto rendimiento y por ello, en cierto sentido intensiva, pero no al modo en que lo es la agricultura industrial convencional sino a través de una
intensificación alternativa basada en la agro ecología. No una agricultura que no
sea intensiva como lo es la agricultura industrial, intensiva sobre todo en
insumos que son petróleo transformado, más o menos, sino que sea intensiva en
conocimiento y en diversidad como propone la agro ecología, donde el objetivo no
debe ser maximizar los rendimientos sino optimizarlos de manera sostenible.

 

Una agricultura que fuera sostenible de verdad y no por ello de bajo rendimiento,
sería intensiva en trabajo, conocimiento y en diversidad. Su apuesta consistiría en trabajar a fondo con la diversidad biológica y con la diversidad cultural. La agricultura ecológica actual constituye un paso sustancial en esa dirección pero no es de ninguna manera una meta insuperable o a la que haya que fijarse de manera dogmática.

 

Algunos ejemplos más, y ya acabo con esta idea de cinco puntos clave que serían:
mejorar la eficiencia de los sistemas agroalimentarios actuales, la idea de
coeficiencia; frenar el deterioro ambiental que producen las actividades
agrícolas, agropecuarias, ecologizando los agrosistemas y aquí está idea de
biomímesis, es decir, crear sistemas ganaderos y agrícolas que sean más
parecidos a los ecosistemas naturales; distribuir con más justicia los medios
de producción agroalimentaria, lo cual incluye una reforma agraria integral que han estado esperando los campesinos Colombianos desde siempre y los campesinos de muchos otros países y ahí está la idea de equidad; poner en práctica una estrategia alternativa de desarrollo rural inspirada también por criterios de justicia, y ahí la idea de seguridad; y liberar espacio ecológico variando nuestra dieta
reduciendo el consumo de carne y pescado, principalmente en Norteamérica y en los países desarrollados, y ahí la idea de autolimitación. Ecoeficiencia, biomímesis, equidad, seguridad y autolimitación, traducidas a todas esas medidas de política agraria y ganadera conducirían a un mundo donde efectivamente pudiéramos alimentarnos todos de manera sostenible SIN PONER EN PELIGRO LA SUPERVIVENCIA DE NUESTRA ESPECIE EN EL PLANETA, QUE ESTÁ SERIAMENTE AMENAZADA.

Les pregunto a los señores científicos de las superpotencias.
¿Cuál es el programa o la fórmula que tienen para solucionar los problemas que
están destruyendo aceleradamente  nuestro medio ambiente y que amenazan en el futuro con destruir la especie humana?... Porque es muy triste decirlo, pero el día en que desaparezca el hombre, van a desaparecer con él casi todos los problemas del planeta tierra.

 

¿DE MANERA QUE NOSOTROS, LOS HOMBRES, SOMOS NUESTROS PROPIOS
ENEMIGOS?...

 

No todos. Todavía existimos los ecologistas, que vamos a luchar hasta el último instante para hacer entrar en razón a las personas inteligentes, que somos la gran mayoría, que debemos empezar a crear políticas serias de reforestación y saneamiento ambiental, que nos permitan la supervivencia y el glorioso cumplimiento de la hermosa misión del ser humano en la tierra. Invito a todos los que leen este libro completamente gratuito, para que se lo envíen a sus familiares y amigos, para que entre todos fortalezcamos la fundación sin ánimo de lucro, www. sembrandovida. Com y a todas las fundaciones e instituciones que nos quieran ayudar en la preservación de nuestra tierra.

Es mi deber informar a la opinión pública y a todos los habitantes
de este hermoso planeta que, debido a extraños fenómenos, en cincuenta años y exactamente el seis de junio del año dos mil sesenta y seis (6666),
hasta el último ser humano se sumergirá en la embriagadora muerte dulce. Una
muerte sin dolor, sin convulsiones, sin avisos previos porque LA RADIOACTIVIDAD y el exceso de monóxido de carbono (CO) en la sangre, nos llevará a desvanecernos para siempre dentro del auto, en la casa, en la oficina o donde nos encontremos y sin ningún dolor. En ese instante se nos acabará la vida y se cumplirá la terrible profecía del terrible 666 que nunca quise creer. Ese monstruo de muchas cabezas nos va a destruir sólo si se lo permitimos. Es muy triste para mí, tener que informar a la gente, a mis amigos y a mis hijos que el mundo se está acabando y que sólo nos quedan cincuenta años de vida, o sea que mis nietos nunca podrán ser más viejos que yo, porque el contaminado mundo que les estamos heredando no se los permitirá.

 

Llegó el momento en el que debemos dejar de pensar como individuos
y empezar a pensar como especie, que no puede destruir su propio hábitat. No
podemos permitir que la tierra se cubra con el humo y con el polvo que nos
sofocará lentamente. La temperatura de nuestro planeta subirá progresivamente y
en poco tiempo se convertirá en ese infierno que nadie desea. Estamos acabando
con el planeta y yo, un humilde hombre del campo, estoy lanzando un S.O.S. a toda la humanidad porque nos estamos dirigiendo a un cataclismo del que sólo nos va a salvar nuestro instinto de supervivencia.

 

¿Pero si el instinto de supervivencia no funciona con un fenómeno progresivo, que no muestra el riesgo inmediato, qué haremos?...

 

Claro que sí percibimos el peligro y todos lo estamos percibiendo actualmente, porque el instinto de supervivencia es nuestra máxima inspiración y todos sabemos que el desorden climatológico sucede porque estamos haciendo algo muy mal y nos tenemos que sentar, ya, a establecer unaspolíticas claras de conservación para nuestro planeta, porque no es posible que
en el mar existan más bolsas de plástico que peces. No es posible que el
dictador de un país pequeño esté haciendo ensayos nucleares sin ningún control.
Estallar una bomba atómica dentro del mar, es como detonar un taco de dinamita
dentro de una ballena. Puede que no salte destruida en mil pedazos, pero con
toda seguridad va a destruir tejidos necesarios para la vida, y esas lesiones
tarde o temprano la llevarán a la muerte.

 

No puede ser que la generación del siglo XXI, cuando la tecnología
ha llegado a su máximo desarrollo, sea la última generación que sobreviva, por
culpa de una autodestrucción que es EVITABLE, con tres o cuatro programas
ecológicos que nos benefician a todos. La humanidad ha nacido en la tierra y
con toda seguridad vamos a vivir en ella con mucha felicidad y para siempre.
Este mundo es un tesoro y nos está pidiendo a gritos que lo salvemos.

 

¿Si y cuáles son los gritos, cuáles son las voces de alarma? ...

 

El deterioro de la capa de ozono, el fenómeno del niño, el cambio climático, los tsunamis, la extinción acelerada de las especies, el efecto invernadero, las lluvias ácidas, la proliferación del cáncer, de los transexuales y de las deformaciones genéticas y  todas las cosas raras que vemos en la naturaleza a diario. No me explico, ¿Qué están haciendo los grandes científicos que no han sido capaces de calcular el fenómeno que se nos avecina y que en menos de trece mundiales de futbol, nos va a destruir a todos irremediablemente y no vayan a pensar que va a ser una muerte rápida. No. Las ciudades costeras se hundirán lentamente en el mar. La comida va a ser escasa para una población arrasada mutilada por la radiación nuclear,  las enfermedades respiratorias se elevaran a límites inimaginables y, en los últimos años, los supervivientes van a estar sujetos a una pipeta de oxigeno, por la gran cantidad de monóxido de carbono y las elevadas
temperaturas serán insoportables. Lo malo es que llegará el momento en que los
árboles, nuestros salvadores, ya no podrán desempeñar su papel protector porque
van a estar tan enfermos y deshidratados como nosotros mismos. ¿Cómo un árbol
va a capturar el carbono del CO2, si el también está reseco por la falta de
lluvias?...

 

No es que en el 2060, cuando vamos a estar sumergidos en el
problema hasta el cuello, cuando vamos a estar cobijados por una nube de desechos radioactivos, vamos a sembrar miles de millones de árboles, porque
llegará el momento en que el daño será irreversible y es por eso que tenemos
que empezar a reforestar inmediatamente, para poder contrarrestar el efecto
maléfico que producen los millones y millones de autos y motocicletas que están
produciendo las superpotencias actualmente. Ya no son sólo los autos y los
motores, son todos los desperdicios que genera la humanidad en sus diferentes
actividades. Es el vaso desechable en el que tomaste tu café por la mañana, es
la bolsa plástica en que te empacaron las donas, son los zapatos viejos que
tiraste a la basura, es el abrigo viejo que regalaste al indigente y que el
quemó en la noche fría para calentarse. ES el CO2 que se produce cuando
preparas tus alimentos. Es un pequeño monstruo molecular del que tenemos que
estar consientes lo más pronto posible.

 

Centrales eléctricas, fábricas, maquinas, motores y autos, queman combustibles fósiles, por lo tanto son productores de gases contaminantes.
Algunos de estos gases, en especial los óxidos de nitrógeno y el dióxido de
azufre, reaccionan al contacto con la humedad del aire y se transforman en
ácido sulfúrico, ácido nítrico y ácido clorhídrico. Estos ácidos se depositan
en las nubes originando la lluvia ácida que tanto daño le hace a la naturaleza
y a las construcciones antiguas. Hay que reducir las emisiones. La quema de combustibles fósiles sigue siendo una de las formas más económicas de producir electricidad, por lo tanto, hay que generar nuevos desarrollos utilizando energías alternativas no contaminantes.

 

Los gobiernos tienen que gastar más dinero en investigación y desarrollar proyectos que tengan el objetivo de reducir la contaminación ambiental. Existen muchas cosas que podemos hacer, día a día, para ayudar a preservar el medio ambiente y tener una convivencia armoniosa con la naturaleza. Lo único que se requiere es una pequeña modificación de nuestro comportamiento con la naturaleza.

 

Bueno, lo de la contaminación está claro pero,

¿CÓMO SUPISTE LA FECHA EXACTA DEL CATACLISMO QUE SE NOS AVECINA?

 

Hace unos años, cuando estaba en la mitad de mi etapa productiva y, sin abandonar mi espíritu ecologista, trabajaba en una compraventa de materiales de reciclaje, consiguiendo el alimento y todo lo necesario para mis ancianos padres y para, Carolina, mi pequeña hija. El trabajo era muy interesante y en la tarde de un día cualquiera entró en el negocio un viejo maestro y amigo, que conocí en un aquelarre de brujos, historia que relaté en mi libro “El verdadero código del anticristo” y que llegaba regularmente a comprarme los libros de segunda y tercera mano, que descartaba la población del municipio. El anciano era un indígena de cabello completamente blanco por los años y piel y tostada por el sol. En mi pueblo tenía la mala fama de ser brujo, mentalista y yo ya había tenido la magnífica oportunidad de comprobarlo. Durante unos segundos me sumergí en mi dolor,
rogando a la unidad eterna para que me ayudara y así fue. Miré aquel hombre con la angustia
reflejada en mi rostro y le dije:

 

- ¿Don Ignacio, puedo
hacerle una preguntica?...

 

- Claro, muchacho, pregunte lo que quiera, que yo estoy para servirle – contestó el hombre con una amplia sonrisa.

 

- Es que a mi señora madre le dio un pre infarto y está muy mal y en serio peligro de muerte – le dije con desesperación.

 

- Bueno, hijo,- replicó el noble anciano interrumpiendo mi discurso – La vida sólo es la preparación para evolucionar a un estado mejor y morir no es una derrota sino un triunfo.

 

- No, hombre, - protesté con los ojos cubiertos de lágrimas – mi hija está demasiado joven y mi madre es la que me la cuida y aun no puede morir, y, además, todos la amamos y sería una gran pérdida para nosotros. ¿Y es a ver si usted me la puede curar con sus poderes ocultos?

 

- Bueno, tranquilo, - argumentó el viejito al ver mi desesperación – Si usted quiere, yo lo asesoro para que le haga una operación no invasiva y le corrija esas pequeñas fallas cardiacas y así le prolongamos la vida, por otro tiempo, hasta que ustedes estén preparados para dejarla continuar su evolución hacia el infinito.

 

- Sí, Don Ignacio – contesté envuelto en el inmenso poder de los ojos azules del anciano, que me llenaban de esperanza - ¿Y cómo sería eso? – pregunté al no comprender bien lo que estaba diciendo.

 

- ¿Alguna vez escuchaste sobre las operaciones que hacia el doctor José Gregorio Hernández de Venezuela?... Operaciones que se hacen en el plano espiritual desde la quinta dimensión, sin las prácticas invasivas de la medicina tradicional.

 

- - Sí, señor, yo escuché algo sobre eso y… ¿entonces?...

 

- - Yo domino esa técnica y si, usted, quiere, esta noche lo guio en la quinta dimensión para que intervenga a su señora madre y mientras está durmiendo, le sanamos esas dolencias para que siga la vida normal, cuidando a tu pequeña hija.

 

- Bueno, Don Ignacio,-
exclamé lleno de alegría sin dudar, ni un solo segundo, de la técnica milagrosa
que exponía el viejo.

 

- Esta noche, acuesten a su madre en una cama con sábanas blancas y cubierta con una sola sábana blanca y a eso d las doce de la noche ingrese en la quinta dimensión sin relativos que allá le voy a explicar cómo se renuevan esas células -. Recomendó el anciano mientras tomaba los tres libritos que había escogido y que, por supuesto, no le cobré. El hombre se marchó, yo cumplí todas sus recomendaciones y todas sus enseñanzas y mi anciana madre, al otro día, amaneció como nueva. La llevamos al médico, le tomaron un nuevo electrocardiograma y le repitieron todos los exámenes y no encontraron ningún rastro del supuesto infarto. Los médicos llegaron a la conclusión de que había sido un error de diagnostico o que había ocurrido un milagro de esos en los que ellos no creen, pero que ella estaba muy bien y completamente sana.

 

Fue desde ese glorioso milagro que comprendí la grandiosidad de la inteligencia humana y me hice más amigo del Doctor Ignacio Duque Sucerquia, parapsicólogo, mentalista, médico titulado, ingeniero y el brujo más avanzado de Antioquia la grande. Tierra de hermosas mujeres, mulas, brujas y buenos negociantes. Fue con ese inteligente señor que inicié el curso intensivo que me llevó a la
concientización de la inmortalidad de mi alma.

 

El noble anciano llegaba todos los días a las cuatro de la tarde, se sentaba a mi lado y me decía cosas como estas:



“En vez de desperdiciar tu tiempo en especulaciones de negocios, debes buscar la vida sencilla de la evolución espiritual y, de esa forma, salvarte de la zozobra materialista y perpetua. El único deber de un ser humano es su concientización espiritual pero, desafortunadamente, la civilización moderna, la sociedad humana, está demasiado ocupada trabajando incansablemente para conseguir cosas materiales que satisfagan la sensualidad de sus sentidos. Los seres humanos viven tan ocupados en su corto espacio tiempo, que no son consientes de que su misión es esta tierra, va más allá de conducir un auto y de comprar una casa que de todas formas van a dejar cuando se mueran y se apague su luz y su efímera oportunidad de trascender. Todas las dudas del corazón desaparecerán y la angustia de la tribulación material se extinguirá y la dicha trascendental se presentará cuando ingresen, como tú ya bien lo sabes, conscientemente a la quinta dimensión.”

 

Ese fue uno de los muchos consejos que me dio don Ignacio, después de conocerlo en el monte de “El capiro”, cuando le manifesté mis deseos de
aprender las brujerías que, durante centenares y centenares de años, han
practicado algunas inteligentes matronas antioqueñas. Porque encontrar un brujo
es muy difícil en nuestra tierra, pero las brujas siempre abundaron para
molestar los esposos de las otras mujeres paisas. Y fue así que empezaron las
clases para aprender a volar por el espacio envuelto en una bola de fuego.


“Primero que todo, debes comprender que existe un cuerpo y un
alma, de la misma forma en que existe la materia y la antimateria, como lo
probaron los doctores Emilio Seque, nacido en Italia y el doctor Ower
Chamberlain, nacido en San Francisco, y ganadores en Estocolmo del premio nobel de física de 1959, después de demostrar la existencia del universo astral o
universo espiritual, despojado de los obstáculos y limitaciones de la materia.
El médico tradicional y el científico tradicional, toman en cuenta sus conocimientos en la cuarta dimensión del mundo materialista, que se mide en espacio y tiempo, pero no tienen ninguna información del poder de la mente y la inteligencia en la quinta dimensión. Los brujos antioqueños tenemos algo de experiencia acerca del poder de la mente, debido a que en cualquier momento podemos trasladar nuestros espíritus a cientos de miles de kilómetros. La inteligencia es poderosa, pero más poderosa que la inteligencia es el alma, la cual no es materia como la mente y la inteligencia, sino que es espíritu o antimateria. El alma es ciento de miles de veces más poderosa que la inteligencia, porque es el resumen de la conciencia. Por ello, las personas no iniciadas, tan sólo pueden imaginarse
la velocidad del alma en su viaje de un lugar a otro, porque en la quinta
dimensión el espacio y el tiempo son relativos. Sobra decir que el alma viaja
por su propia fuerza, y no con la ayuda de ningún tipo de vehículo material… La
civilización bestial de comer, dormir, trabajar y complacer los sentidos, ha
descarriado al hombre moderno, haciéndole olvidar la poderosa alma que tiene. Como ya te dije, el alma es una chispa espiritual que es muchas, muchas veces más iluminadora, refulgente y poderosa que el sol, la luna o la electricidad, por
poner ejemplos y tratar de explicar algo, que es inexplicable para la gran mayoría. La vida humana se pierde cuando un hombre no descubre su misión en la tierra, cuando no se comprende cuál es el sentido de la magia de la vida, cuando no percibe la eternidad de su alma. Todos los hombres vivirán, personalmente, todas las distintas etapas de la iluminación espiritual, y esto provocará en ellos, una creencia firme de que está progresando positivamente en el camino al cielo espiritual de su inmortalidad.”

 

Y continuaba diciendo:

- “La misión y el objetivo de la vida terrenal, de un ser humano, es la de comprender la concientización de la eternidad. Somos conscientes de nuestra existencia en el universo y, lentamente, vamos a ser conscientes del poder de nuestra alma divina, QUE PUEDE MODIFICAR A NUESTRO ANTOJO LA REALIDAD MATERIAL que es, exactamente, lo que deseamos. Desafortunadamente, en esta sociedad moderna, nos han entrenado para seguir religiones ridículas, que nacieron en los miedos de otros pueblos con costumbres diferentes a las nuestras, y, además de eso, la gran mayoría de los hombres están ocupados en conseguir propiedades materiales que muy pronto van a tener que dejar, por la terrible contaminación ambiental a la que están sometiendo el planeta. Es muy triste que el mundo todavía ignore cuál es la finalidad fundamental de la vida. La sociedad humana está destinada a alcanzar esta etapa de perfección por medio de un desarrollo gradual que va a lograr a través de sus experiencias."

Yo trataba de asimilar sus palabras y él continuaba diciendo...

- “La fuerza espiritual es la que crea la realidad física que percibimos, y tan solo por medio de este principio espiritual, es que suceden las cosas de una forma muy sencilla. Por ejemplo, si deseamos tener una hija rubia y hermosa, como la tuya, entonces debemos conquistar la vecina de ojos lindos y buen corazón que nos sonríe cuando pasa. Llega el amor y en unos cuantos años se materializa esa hija o ese hijo deseado, y de esa misma forma se crea un hogar o se construye una casa de dos o tres pisos, o compras un auto azul y lo pintas de rojo, o lo que desees porque eres ilimitado y eterno. En fin, si la humanidad, en el transcurso de edades extinguidas, trató repetidas veces de subir los peldaños que conducen a una altísima civilización inmortal, y resbaló, y cayó, ¿porqué no podemos estar nosotros en camino de conseguir la escala, de construir la civilización que conocerá la inmortalidad en la tierra y en los cielos?... La visión evolucionista, que tiene la raza de los hombres antioqueños, nos permite vislumbrar las líneas generales DE UNA NUEVA RELIGIÓN PAISA que, con toda seguridad, surgirá para responder a las necesidades del siglo XXI. El mundo la espera. La humanidad discierne, más o menos claramente, que hay un fenómeno como una nueva religión a punto de manifestarse. O, más bien, si excluimos a esos dioses inventados por la inmensa soledad de los pastores del desierto, tendremos un sentimiento exaltado de relación con el todo. Las ciencias están ya lo bastante desarrolladas, para que su convergencia pueda producir una nueva imagen del universo, por eso, el proceso de evolución, en la persona del hombre, lo lleva a tomar conciencia de sí mismo, a darse cuenta de su eternidad y a descubrir que él es el centro del todo. No tenemos que esperar hasta el borde del cataclismo ecológico en el que va a finalizar la humanidad, para descubrir que el hombre es el centro del verbo. Los antioqueños debemos prever la posibilidad de que nazca una nueva religión paisa, en la que el hombre pase de utilizar el diez por ciento de su capacidad cerebral y llegue a utilizar el cien por ciento de sus capacidades, que le permitirán romper el cascarón del huevo de ese universo eterno.



EL DESDOBLAMIENTO ESPIRITUAL fue la clase más importante que me dictó el doctor Ignacio Duque, el noble anciano que me estaba transmitiendo sus conocimientos y que me hacía sentir muy protegido.

 

- Como hablamos del universo espiritual - Me dijo el experimentado brujo sin apartar su poderosa mirada de mi rostro -, quiero preguntarte si has soñado con personas que han muerto hace años, con sitios o lugares que no conocías y que en tus sueños los vez con mucha claridad y con todos los detalles. ¿Necesito saber si has tenido esos sueños, comunes y corrientes, en los que las personas nos dicen: Anoche soñé con tal cosa o tal otra?... Pero nadie se detiene a pensar porqué estaba soñando con otros sitios o lugares, si mi cuerpo estaba descansando tranquilamente en la cama.

 

- Sí, Don Ignacio, yo tuve sueños muy reales con un hermano mío que murió en un accidente de tránsito y han sido tan reales y han sido tan conmovedoras las cosas que él me pidió en ese sueño, que al otro día me levanté completamente sorprendido y apesadumbrado.

 

- Y cuál fue la petición de tu hermano ?... Preguntó el anciano – Si es que se puede saber y no te incomoda la pregunta.

 

- No, tranquilo. Resulta que una señora del aseó, de la empresa donde él trabajaba, le había prestado dos millones de pesos y él le pagaba intereses de ellos sin que nadie más lo supiera. En el sueño él se encontraba muy preocupado porque, de pronto, nosotros le negábamos el dinero a la señora, Isabel, porque no existía ninguna clase de documento sobre la deuda, después me dijo que lo despidiera de mi madre y de todos nuestros hermanos, y que les dijera que él estaba muy bien y
en paz con la unidad eterna. Fue tan real que yo fui a la empresa y busqué a doña Isabel, la señora del aseo y resultó muy cierto lo de la deuda y yo le devolví el dinero que ella le había prestado a mi hermano. Fue un sueño real y con toda
seguridad él me habló desde la quinta dimensión.

 

- Con toda seguridad él te estuvo hablando desde el infinito –Argumentó el anciano, que continuó diciendo -.Ese es el plano espiritual donde no existe el tiempo, ni las distancias, ni el peso. Dimensión en la que poseemos un cuerpo energético, que se mueve a la velocidad del pensamiento que es ilimitado y está capacitado para que hagamos lo que deseemos en el universo. En esta quinta dimensión nos movemos como los ángeles y somos seres de luz, de una forma que está fuera de la comprensión humana, porque todo es un pensamiento, todo es paz, felicidad y sabiduría. Cuando uno quiere saber aquello que los brujos siempre llamaron ocultismo, allá se conoce y deja de ser oculto. Bueno, pero lo que nos interesa es ingresar en esa dimensión, pero no inconscientemente, dormidos, sino salir conscientemente del cuerpo físico y movernos a plena voluntad por ese universo espiritual. Pero eso sólo se puede lograr ampliando nuestra capacidad mental y de pensamiento, porque normalmente los hombres sólo estamos utilizando el diez por ciento de nuestra capacidad cerebral y para poder comprender y asimilar bien estos nuevos caminos, debemos ampliar nuestra utilización del cerebro siquiera a un veinticinco por ciento como lo hacía Einstein, Ghandi y todas esas matronas inteligentes a las que llamaban brujas y ojalá al cien por ciento como lo hicieron Jesucristo, Mahoma, krysna y Buda. Así, mi estimado amigo, que si usted quiere poner en práctica la salida espiritual consciente, voy a darle unas sencillas instrucciones para que lo logre. Voy a darle un mantra hindú que he practicado y que sé que da un resultado positivo. Un mantra es una palabra mágica que nos abre una puerta en el infinito y nos permite salir espiritualmente del cuerpo físico y regresar a él, con plena conciencia. El mantra es LARAS y se pronuncia prolongando el sonido de cada sílaba.

 

- Llllllll aaaaaaaaa

 

- Rrrrrrrr aaaaaaa

 

- Sssssssssssssss

 

- Las matronas Antioqueñas, mujeres de inteligencia superior, que desarrollaron esta técnica hace centenares de años, cogían una cáscara de huevo y la colocaban a unos dos otres metros de su cama en una mesita o en una silla, para poder concentrar su mente y su atención en ella y nosotros vamos a hacer lo mismo. Te acuestas, relajas tu cuerpo respirando profundamente y después empiezas a pronunciar las silabas mágicas tres o cuatro veces de manera verbal y después las sigues pronunciando mentalmente, hasta que sientas que pasa un corrientazo por todo tu cuerpo, de pies a cabeza, y sientas como que pierdes la fuerza y te entra una pereza que no quieres ni moverte, en ese momento debes levantar tu espíritu con sumo cuidado, tratando de dejar tu cuerpo físico atrás, sin sacudirte, para coger la cáscara del huevo y cuando tenga la cascarita en la mano, pegas un saltico y vas a quedar suspendido en el aire. No te puede dar miedo, ni sorprenderse con la luz de blanco inmaculado que va a brotar de todos lados, cuando te veas flotando en cuerpo espiritual. Tampoco te puedes asustar porque esto lo hemos hecho muchísimos seres humanos a través de la historia y no nos ha pasado nada malo. Tranquilo que tu cuerpo no va a morir mientras que estas afuera, el te va a esperar acostado con todas sus funciones vitales intactas. Desde ese momento todo va a cambiar para ti, tendrás pensamientos más claros y vas a recordar cada una de las cosas que han pasado durante tu vida, todo será más fácil de comprender y nunca sentirás miedo de nada, porque de una forma consciente has descubierto la eternidad y tu poder ilimitado. Tu inteligencia se aumentará automáticamente y tu cerebro empezará a funcionar con el veinticinco por ciento de su capacidad o más, porque por fin comprenderás que el tiempo y la distancia son relativos. Todos los hombres poseemos un espíritu eterno, divino e inmortal y en ese momento será muy claro para vuestra merced. Tan pronto como usted se vea flotando en el aire piense a qué sitio desea dirigirse y allí estará inmediatamente, como un rayo, o también puede ir lentamente mirando el espacio o como lo desee, desde arriba o atravesando las cosas, porque usted será como un fantasma. Así ira adquiriendo la sabiduría que no está escrita en los libros, la sabiduría que no enseñan ni en las universidades ni en ninguna parte. Cuando logres sacar el espíritu de tu cuerpo por primera vez, sigue practicándolo todas las noches, para que se desarrolle más y más tu capacidad de pensar, visitando los lugares y las personas que más te interesen. Trata de ser bueno y no lastimes a tus enemigos, no oprimas el pecho de los que están durmiendo, y trata de no darle rienda suelta a tus frustraciones sexuales, visitando y manoseando personas que se hayan completamente indefensas y dormidas.

 

- ¿Cómo, y es que eso se puede hacer? – pregunté sorprendido.

 

- Claro, en la brujería de los Antioqueños, las brujas tiraban mierda en las casas de sus enemigas y se montaban en el pecho de los hombres que amaban, tratando de recibir la satisfacción sexual que la cuarta dimensión no les permitía. Las brujas volaban y vuelan envueltas en bolas de fuego, para demostrar su poder en medio de la obscuridad y pellizcan a los niños de sus enemigos para que lloren en mitad de la noche y se establezca la zozobra para que nadie pueda dormir. También
regaban los alimentos de otras familias muy pobres o se metían a los graneros a
tirar el maíz y las yucas, para que los seres humanos comunes y corrientes no
pudieran dormir. Aunque corrían el peligro de encontrar un puñado de sal colocado estratégicamente, trampa mortal porque al ser la sal origen de la
existencia física, la bruja o el brujo sienten un respeto incontrolable por el vital compuesto y sin poder resistir la tentación, se materializan para recoger, uno por uno, todos los granos de esa sal que los sujeta y les pone al descubierto el secreto de sus fechorías. Y fue con esa trampa sencilla e inexplicable, que la gran mayoría de brujas malas fueron asesinadas.

 

- ¿Pero hay brujos buenos también? – pregunté un poco angustiado por el mal manejo que se hacía de los poderes en la antigüedad.

 

- Por supuesto, pero no volvamos a llamar brujos a esas personas, de gran inteligencia, que han ingresado conscientemente al universo espiritual. Desde hoy los vamos a llamar iniciados en la sabiduría. Afortunadamente, la gran mayoría de esos seres que ejercitan el pensamiento y desarrollan mucho más la capacidad de pensar de sus cerebros, son buenas personas, porque cuando tú estás en la quinta dimensión, te puedes mover con completa facilidad por la tercera dimensión o mundo material y puedes alterar la realidad física de esa cuarta dimensión, como lo hizo Jesucristo que convertía el agua en vino, que hacía llover maná para alimentar sus amigos que estaban próximos a morir de hambre en el desierto y que abrió los mares para que el pueblo hebreo que escapa de la esclavitud, pudiera cruzar al otro lado.

 

Yo continuaba en el lento proceso de ingresar a la eternidad, en el lento proceso de concientización y aprendizaje, cuando un día recibí una mala noticia que me dejó muy adolorido, a mi señora madre le dio un desvanecimiento y con un terrible dolor en el pecho fue llevada a la clínica más cercana. Le hicieron un electrocardiograma y los demás exámenes correspondientes y me informaron que mi madre había sufrido un pre infarto y que presentaba un punto necrótico en el corazón. ¿Un punto necrótico?... Sí, una pequeña área de tejidos muertos, que iban a desencadenar su inevitable muerte en los próximos días. Mi desesperación era muy grande, yo no sabía qué hacer y como enviado por la unidad eterna, llegó don Ignacio Duque Sucerquia


 Miré aquel hombre con la angustia
reflejada en mi rostro y le dije:

 

- ¿Don Ignacio, puedo
hacerle una preguntica?...

 

- Claro, muchacho, pregunte lo que quiera, que yo estoy para servirle – contestó el hombre con una amplia sonrisa.

 

- Es que a mi señora madre le dio un pre infarto y está muy mal y en serio peligro de muerte – le dije con desesperación.

 

- Bueno, hijo,- replicó el noble anciano interrumpiendo mi discurso – La vida sólo es la preparación para evolucionar a un estado mejor y morir no es una derrota sino un triunfo.

 

- No, hombre, - protesté con los ojos cubiertos de lágrimas – mi hija está demasiado joven y mi madre es la que me la cuida y aun no puede morir, y, además, todos la amamos y sería una gran pérdida para nosotros. ¿Y es a ver si usted me la puede curar con sus poderes ocultos?

 

- Bueno, tranquilo, - argumentó el viejito al ver mi desesperación – Si usted quiere, yo lo asesoro para que le haga una operación no invasiva y le corrija esas pequeñas fallas cardiacas y así le prolongamos la vida, por otro tiempo, hasta que ustedes estén preparados para dejarla continuar su evolución hacia el infinito.

 

- Sí, Don Ignacio – contesté envuelto en el inmenso poder de los ojos azules del anciano, que me llenaban de esperanza - ¿Y cómo sería eso? – pregunté al no comprender bien lo que estaba diciendo.

 

- ¿Alguna vez escuchaste sobre las operaciones que hacia el doctor José Gregorio Hernández de Venezuela?... Operaciones que se hacen en el plano espiritual desde la quinta dimensión, sin las prácticas invasivas de la medicina tradicional.

 

- - Sí, señor, yo escuché algo sobre eso y… ¿entonces?...

 

- - Yo domino esa técnica y si, usted, quiere, esta noche lo guio en la quinta dimensión para que intervenga a su señora madre y mientras está durmiendo, le sanamos esas dolencias para que siga la vida normal, cuidando a tu pequeña hija.

 

- Bueno, Don Ignacio,- exclamé lleno de alegría sin dudar, ni un solo segundo, de la técnica milagrosa que exponía el viejo.

 

- Esta noche, acuesten a su madre en una cama con sábanas blancas y cubierta con una sola sábana blanca y a eso d las doce de la noche ingrese en la quinta dimensión sin relativos que allá le voy a explicar cómo se renuevan esas células -. Recomendó el anciano mientras tomaba los tres libritos que había escogido y que, por supuesto, no le cobré. El hombre se marchó, yo cumplí todas sus recomendaciones y todas sus enseñanzas y mi anciana madre, al otro día, amaneció como nueva. La llevamos al médico, le tomaron un nuevo electrocardiograma y le repitieron todos los exámenes y no encontraron ningún rastro del supuesto infarto. Los médicos llegaron a la conclusión de que había sido un error de diagnostico o que había ocurrido un milagro de esos en los que ellos no creen, pero que ella estaba muy bien y completamente sana.

 

Fue desde ese glorioso milagro que comprendí la grandiosidad de la inteligencia humana y me hice más amigo del Doctor Ignacio Duque Sucerquia, parapsicólogo, mentalista, médico titulado, ingeniero y el brujo más avanzado de Antioquia la grande. Tierra de hermosas mujeres, mulas, brujas y buenos negociantes. Fue con ese inteligente señor que inicié el curso intensivo que me llevó a la concientización de la inmortalidad de mi alma.

Ingresé muchas veces en la quinta dimensión y sentí la paz eterna de la inmensa sabiduría. Y como las pruebas y el aprendizaje no terminan, a las pocas semanas me llegan con la siguiente noticia:

 

- Jorge,  la niña está en la clínica con un inmenso dolor en el abdomen y parece que la tienen que operar de apendicitis – me informó mi hermana con lágrimas en los ojos.

 

Corrí a la clínica y el médico me confirmó su dictamen, al mostrarme un examen de sangre en el que me mostraba la prueba irrefutable de que la niña tenía apendicitis y, al otro día, a eso de las diez de la mañana la iban a operar. A pesar de que no era una operación peligrosa, ni de vida o muerte, corrí en busca del doctor Ignacio Duque Sucerquia y le conté lo que sucedía.

 

- Tranquilo – me dijo nuevamente, con sus ojos llenos de sabiduría -, a la noche, con el poder de tu pensamiento  la intervienes y le retiras esa pequeña infección, sin dejar ningún rastro, para quela chiquilla no tenga ninguna cicatriz, por pequeña que sea, pero es mejor que lo hagas tú mismo, para que te inicies en el universo de la modificación de la materia. Te concentras y mentalmente retiras todos los tejidos dañados y restableces la reproducción molecular, para que ella amanezca sin rastros de la dolorosa enfermedad.

 

- Bueno – Contesté lleno de alegría. - ¿Entonces cómo hacemos?...

 

- Vaya a la clínica y coloca esta cascarita de huevo debajo de la cama, donde nadie la vea, se va para su casa, sale conscientemente de su cuerpo y en medio de la inteligencia suprema corrige las pequeñas deficiencias del organismo de tu hija y listo.

Fui a visitar a mi hija, nuevamente, y coloqué la cáscara de huevo debajo de la cama y le di un beso de despedida en la frente y me di cuenta que su cuerpo temblaba invadido por una terrible fiebre. Me fui para la casa muy preocupado, salí conscientemente de mi cuerpo y todo se me reveló con claridad y sané su cuerpo, al otro día madrugue para la clínica, confiado del trabajo que ya estaba hecho.

 

- Buenos días, mi princesa, ¿cómo
has amanecido?

 

- Muy bien papi. Ya estoy aliviada, pero tengo mucha hambre y no me han dado nada para comer – contestó la niña visiblemente revitalizada.

 

- En ese mismo momento llegó el médico, le tomó la temperatura y mirándome como sorprendido me dijo:

 

- El dolor y la fiebre han desaparecido, parece que esta hermosa niña se ha aliviado milagrosamente, pero voy a practicarle un nuevo examen de sangre para descartar definitivamente la apendicitis.

 

Mi alegría era infinita, pensé en el doctor Ignacio Duque y le di las gracias, mentalmente, penetrando en esa quinta dimensión que él tanto dominaba.

 

El médico de la clínica repitió todos los exámenes y sorprendido por la milagrosa
recuperación, a las dos de la tarde, de ese mismo día, le dieron salida a mi
hija completamente sana. Nos fuimos para la casa y yo continué trabajando y
recolectando libritos viejos, para mi genial y sorprendente amigo.

El tiempo pasó y yo, todos los días, practicaba el difícil proceso de ir a buscar mentalmente la cascarita de huevo, tratando de ingresar a la quinta dimensión en cualquier tiempo y en cualquier lugar, cuando se presentó un tercer milagro que me dejó completamente convencido del inmenso poder que había heredado del brujo paisa.

Mi anciana madre ya contaba con setenta y ocho años de edad y se le complicó la artritis hereditaria con la osteoporosis propia de su avanzada edad, y le empezó un insoportable dolor en el cuello y su cabeza se quedó sin movimiento por el
avanzado deterioro óseo, que desde hacía tiempo venían sufriendo sus vertebras.
Los médicos dijeron que había que operarla lo más pronto posible, antes de que
sus vertebras se disolvieran por completo y se produjeran lesiones medulares
que la podían dejar cuadripléjica. Le debían poner unas varillitas para que le
sostuvieran el cuello y aunque iba a perder por completo el movimiento de su
cabeza, podría seguir viviendo otros años más, sin ningún problema. Yo estaba
muy triste y corrí, nuevamente, en busca de mi querido brujo. Le conté el caso
y él me dijo:

 

- Bueno, amigo, si ya sanaste a tu hija es hora de que sanes a tu propia madre.

 

- ¡Cómo! – Exclamé completamente asustado- No don Ignacio, ya hice mi primera sanación pero aún no me siento con la habilidad para curar a mi santa madre.

 

- Tienes que ponerle más disciplina a tus ejercicios, porque te he visto muy tranquilo y desentendido, como si no te importara el conocimiento absoluto.

 

- No, Don Ignacio, a mí sí me interesa y estoy practicando mis salidas al plano espiritual, pero necesito que usted me haga este último favor de operar a mi madre.

 

El querido viejo me entregó una garrafa con agua cristalina y me dijo:

 

- Opérala con tranquilidad, que la sabiduría absoluta ya te acogió en su ceno y todo se reduce a un sencillo procedimiento, para el que ya tienes el don, después le das una copita de esta medicina todos los días, y en dos o tres semanas, estará completamente sana.

 

- Pero, Don Ignacio, ¿Y esta agua qué es?...

 

- Eso es cloruro de magnesio, disuelto en agua, pero con tu sabiduría, mi sabiduría y las ganas de seguir viviendo que tiene tu madre, en quince días va estar muy sana contra cualquier pronóstico médico. Es la hora de que salgas en el plano espiritual y te acerques al lecho de tu madre y, con tu inteligencia superior y con tu magia,
repares cada una de sus vertebras y le ayudes a fijar el calcio que su vejez no
deja asimilar y, con toda seguridad, ella no va a tener ningún problema en el
futuro.

 

Y así fue. Mi madre se sanó y hoy a los 79 años está feliz sin ningún problema óseo. Fue de esa manera que me gradué en el arte de la sanación y de viajar en la quinta dimensión.

 

Renuncié a mi empleo.

 

Desee y materialicé unas tierras inmensas y hermosas. Me fui para la finca reforestar, a cuidar el agua, a criar gallinas, vacas y caballos.

 

Estaba viviendo feliz. En mis tierras nacía y crecía, la quebrada más cristalina y más hermosa del mundo. “La Santa Catalina” es un hermoso afluente de aguas
naturales y es de mi propiedad, casi de principio a fin. Dominé la quinta dimensión y fui árbol, viento y rio. Miré la tierra con los ojos de las imponentes águilas y me abrigué con la ternura tibia de las dantas y conejos del monte, hasta el día en que mis vecinos levantaron una humareda negra y me di cuenta de la terrible deforestación a la que estaban sometiendo aquel paraíso terrenal. El medio ambiente de mi sector, estaba en peligro y mi hermosa quebrada también. Decidí formar una fundación ecológica sin ánimo de lucro y nació www.Sembrandovida.com y me dediqué a la reforestación, pero una noche hermosa, salí a viajar por las estrellas y en mitad del imponente firmamento, y por curiosidad me dirigí adelante en el tiempo y… ¡Ohh, qué sorpresa, había sucedido lo que siempre presentí, habíamos sido víctimas de una terrible hecatombe nuclear, todo era deforestación, contaminación y muerte.

 

Mi ser espiritual se sacudió y fui, en la quinta dimensión sin tiempo, hasta el final en busca de mi hija y la encontré vieja y enferma, pegada de una pipeta de oxigeno y al borde de la muerte, tirada en el piso de nuestra casa en la ciudad. No quise retroceder ante la muerte inminente de mi amada princesa, avancé un poco más y el seis de junio del año dos mil sesenta y seis (6666) La tierra se cubrió con una espesa nube de residuos radioactivos, de polvo y monóxido de carbono y la raza humana desapareció para siempre, en medio de las cucarachas.


¿Pero qué fue lo que sucedió?...
Regresé en el tiempo y observé...
Y fueron tan grandes los bombardeos y tan inmensa la destrucción, después de que en mitad de la noche un rayo de luz cruzó el cielo para hacer estremecer de rabia y de dolor a una de las principales ciudades de los que se creían intocables, y fue tan grande la retaliación, que no quedó un solo país que no fuera alcanzado por la radioactividad atómica. Las más importantes ciudades de los Estados Unidos fueron destruidas por la hecatombe nuclear desatada por el ególatra Donald Trump, que no pudo detener su ambición de poder y lo sumergió todo en el caos. No hubo ningún país, ni ninguna ciudad que no fuera alcanzado por las consecuencias de una guerra fratricida y demencial.
Después de la hecatombe nuclear las lluvias fueron muy reducidas y la huella ecológica conjunta que antes analizábamos, con la preocupación que en el futuro escasearan los alimentos, fue miles de veces peor y entramos en colapso ecológico irreversible. La radiación emitida por los residuos nucleares de las bombas atómicas, fue matando uno a uno a todos los animales y a todos los hombres. La tierra se convirtió en un nauseabundo cementerio a campo abierto, en el que sólo quedaron las cucarachas y algunos animales muy evolucionados como las salamandras y algunas especies marinas protegidas por la profundidad del mar. Todo terminará para el hombre el seis de junio del año 2066 , si no hacemos algo urgentemente, para detener a los cuatro jinetes del apocalipsis que vienen montados sobre sus caballos de guerra así: Donald Trump recién coronado sobre su caballo blanco de la falsa moral, Bladimir Puting sobre su caballo rojo de la guerra, Jinping, primer ministro de china, sobre el caballo negro de su pueblo esclavizado y Pyongyang, dictador de Corea del norte, sobre el caballo gris de su muerte y la de sus vecinos, porque si no desplegamos una enorme campaña universal que los haga entrar en razón, en esa misma fecha empezará nuevamente la evolución de las especies, sin tener en cuenta el homo sapiens que tenía mucha inteligencia pero muy poco amor en su corazón para tolerar las diferencias.
Regresé a la paz de mi finca y con dolor inicié una lucha de frente contra la guerra.

 

AQUÍ EMPIEZA LA LUCHA DEL:   SI A LA PAZ Y NO A LA GUERRA.

Espero que todas las personas que amen la vida, me colaboren enviando este libro a sus familiares y amigos, para que entre todos, salvemos la humanidad.



Autorizo la reproducción total o parcial de este documento, por cualquier medio de comunicación

Atentamente: Jorge León Soto Builes

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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