EL NUEVO PARADIGMA DE MI ETERNIDAD
PORQUE TODO VA MÁS ALLÁ DE LO QUE PERCIBEN NUESTROS SENTIDOS, SEGUIRÉ CONSTRUYENDO ESE PUENTE MÁGICO QUE NOS CONECTA CON LA UNIDAD ETERNA Y NOS AYUDA A COMPRENDER QUE EL SER HUMANO ES LO MÁS GRANDE, LO MÁS ELEVADO Y LO MÁS IMPORTANTE QUE EXISTE EN EL UNIVERSO.
JORGE LEÓN SOTO BUILES
DEDICATORIA
“Con todo el amor del universo le dedico esta obra a Carolina Soto, que es la luz de mis ojos”
“La célula es la unidad de conciencia más pequeña del cuerpo y es uno de los más importantes eslabones que evolucionan hacia nuestra eternidad”
Queridos lectores:
Estoy ante ustedes nuevamente, después de haber escrito “La religión de los inteligentes”, tratando de hacer comprender a la gran mayoría del pueblo, la grandiosidad del ser humano; el verdadero sentido de nuestra misión en la tierra y el más profundo objetivo de nuestras vidas. Porque es la ignorancia y la falta de oportunidades educativas, el principal problema que lanza el hombre hacia el materialismo salvaje, hacia lo erótico y hacia la irracionalidad de las drogas y el alcohol, pero existe un horizonte grandioso, abierto, por el desarrollo científico y la tecnología, que nos brinda luminosas perspectivas a las nunca antes imaginadas posibilidades de toda la humanidad. Debemos aprovechar el ambiente favorable, que rodea hoy a la creación intelectual y también vamos a aprovechar la fertilidad en el intercambio de ideas, que nos permiten el internet y el desarrollo de las telecomunicaciones, para que todos conozcamos la verdad de la unidad eterna.
Espero que los científicos, los intelectuales y todos los hombres que posean un significativo desarrollo de su inteligencia y sean conscientes de su grandiosidad, me ayuden a divulgar este mensaje de amor, que romperá las cadenas de la ignorancia que nos tiene sometidos a la equivocación, al desengaño y a la desesperanza. Muchas gracias a todos, por regalar este libro de amor a todos sus amigos.
Jorge León Soto Builes.
INTRODUCCIÓN
La maravillosa evolución tecnológica y científica, sucedida en el breve curso de los dos últimos decenios tiene, en efecto, una importancia decisiva para una nueva filosofía que es consciente, que lo más grande, lo más elevado y lo más importante del universo es el ser humano. Una nueva filosofía que es clave en el descubrimiento de nuestra misión en el universo; una filosofía que integra la memoria atávica del hombre y lo hace consciente de que debe sustraerse al manejo de los hechos económicos, políticos y sociológicos, de Gobernantes y líderes tan primarios, y de tan poca capacidad mental, que sólo responden al materialismo brutal que les inflama el ego, mientras que los niños y los ancianos mueren de hambre, en todos los rincones de la tierra.
“La religión de los inteligentes” puso de manifiesto la eternidad de nuestra conciencia, que actualmente está velada y manejada, principalmente, por el gran ladrón y su poderosa organización de pederastas, que se refugian detrás del poder económico y se fortalecen con la extorsión moral que le hacen a los pobres e ignorantes obreros, que tienen que comprar las bendiciones y las imágenes de barro que, supuestamente, los van a salvar de las abrazadoras llamas de un infierno que ellos también inventaron… Esta nueva filosofía, con su único y más claro objetivo, que es el de revelar la grandiosidad del ser humano, está cobrando una importancia que no había tenido en el pasado. Esta importancia viene del replanteamiento del objetivo principal de toda filosofía que es el de la puesta en claro de nuestra misión en la tierra. La soledad y el abandono que el espíritu experimenta, en el desconocimiento del verdadero sentido de nuestra existencia en la tierra, se traduce en una renovada perplejidad ante la vida misma. La tarea del hombre que va a leer y a comprender este libro, NO PUEDE SER la de hacerse a una idea más o menos aceptable del universo, que le vendrá dada por la suma del saber científico, en su asombroso movimiento de evolución consciente, ni se trata de analizar los gobiernos imperialistas que, ahora, se empeñan en negar el calentamiento global y la terrible huella ecológica conjunta que le infringen a la tierra, destruyendo los recursos naturales renovables y no renovables, principalmente por la china y por los EE.UU. No, la tarea es descubrir la importancia del pensamiento humano como generador de eternidad, como generador de la unidad eterna. La aplicación de las verdades que hemos descubierto en los últimos años, no puede convertirse en una indiferente actividad del pensamiento, con la que el individuo comprende la evolución consciente de su conciencia eterna y guarda silencio ante las masacres de pueblos indefensos, ante la horrorosa contaminación del medio ambiente y ante los desplazamientos de poblaciones enteras, que están haciendo los imperialistas liderados por el esquizofrénico que nos va a llevar, si la humanidad se lo permite, a una hecatombe nuclear que exterminará el hombre y obligará a la sabiduría absoluta a empezar de nuevo, sin el homo sapiens al que le falta sensatez y amor en el corazón. Es debido a este inminente peligro que surge “El nuevo paradigma de nuestra eternidad”, para ampliar cada vez más la capacidad de amar de todos los seres humanos, que hemos descubierto el sentido de nuestra vida en la tierra y hemos llegado a ser conscientes de nuestra evolución eterna. La nobleza excelsa de este movimiento cultural que ha nacido en Medellín, estriba pues, en que NO constituye un movimiento para conseguir fin utilitario alguno, ni de sacar partido de los conocimientos que rompen la realidad material, para obtener cualquier cosa que pertenezca al reino de lo finito; se trata de la comprensión y de la estimulación de lo que se encuentra en lo más profundo del ser, de esa unidad eterna donde surge el pensamiento, mediante el cual, en mí, como en todos los demás seres humanos, se actualiza constantemente la esencia humana en toda su capacidad de amar.
El descubrimiento de la inmensa capacidad mental de los seres humanos que modifican el plano material a su antojo, nace, precisamente, en las montañas de Antioquia; en esos abismos donde la vida raya con la eternidad, y no en la rutina y la ignorancia de las ciudades, donde este poder fluctúa para lograr sólo objetivos materiales. Es en aquellas tierras de libertad, donde esos sentimientos emergen a la superficie y se hacen pensamiento, para señalar el camino del hombre nuevo. Es por todo eso que hay que explicar que la práctica de esta nueva construcción de la vida, no es verdaderamente una realidad, sino en los puntos culminantes y supremos del sentir personal, mientras que el pensamiento objetivo que se propone obtener solamente un beneficio material de las cosas, no puede llegar a comprender la eternidad del ser humano. Es en la práctica de los sencillos ejercicios recomendados por el autor de “La religión de los inteligentes”, en donde una nueva filosofía se convierte en esa creatividad intima, en la cual comprendemos la verdad de nuestra eternidad, es con esos ejercicios cuando se revela el saber, es con esas prácticas donde se produce esa sublime experiencia de liberar el espíritu conscientemente para crear una nueva vida. Al misterio de este punto y de este horizonte del pensamiento, donde el conocimiento de la ciencia y el desarrollo tecnológico, rompen el tiempo, el espacio y la tercera dimensión, para convertirse en una maravillosa y muy deseada realidad. Este desafío central, el de poder descubrir la evolución de nuestra conciencia en la eternidad, se origina en varios interrogantes fundamentales, a cuya respuesta concurren todos y cada uno de los triunfos que pretenden romper la equivocación y el engaño que han construido los hombres, a través de los años en que, la ignorancia y el poco desarrollo de la ciencia, hacían ejecutar a los sabios que se atrevían a decir que la tierra era redonda y que giraba alrededor del sol. Fueron esas religiones primitivas, nacidas en la imaginación de los hombres, asustados por la obscuridad, por las tormentas, por los rayos atronadores y por las epidemias que no se podían explicar, las que los llevaron a formar parte de una tradición que, hace miles de años, se está transmitiendo de generación en generación, hasta construir unas sociedades completamente equivocadas; unas sociedades en las que la ciencia y la religión vienen chocando, por la grandiosa evolución de una y el vergonzoso manejo que se le da a la otra.
Los interrogantes que siempre nos angustian, aunque con ligeras variantes de formulación, en torno a un puñado de cuestiones decisivas que al hombre han preocupado, preocupan y tendrá eternamente planteadas. ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido de su vida? ¿Qué significa su vida, en la mitad del universo? ¿Cuál es la verdad de su existencia? ¿A dónde nos llevará el maravilloso desarrollo de la ciencia? ¿Qué es la vida eterna y cómo se da la trascendencia de los humanos hacia esa eternidad consciente? ¿Es posible que el hombre reconstruya y moldee la vida a su antojo?... Todos esos interrogantes se originan en nuestro deseo de saber y el tormentoso anhelo de descubrir la verdad y el sentido de nuestras vidas.
A la solución de estos interrogantes he consagrado toda mi obra, en la que he tratado de esbozar las respuestas que todos deseamos conocer. Nunca me imaginé que la física cuántica, la química molecular y las matemáticas aplicadas, me llevaran a conocer una nueva filosofía. Siempre sentí la necesidad de establecer una marcada separación entre el saber experimental del laboratorio y los juicios de valor, que nos llevan a descubrir la esencia del ser que todo lo abarca. Mi ascensión a ese otro campo del saber, el de la filosofía, se debió al buscado encuentro que tuve con los brujos antioqueños, que me mostraron un sorpresivo puente que nos conecta con la vida eterna de la quinta dimensión, donde no existe el tiempo ni el espacio y todo es una maravillosa unidad eterna. También se debió a la insatisfacción que me producían las religiones racistas, que discriminan a los negros y que han asesinado a los hombres, los ancianos y los niños, de etnias que no tienen sus mismas creencias. El desarrollo de la ciencia NO me llevó a considerarla como una aniquiladora del ser humano, tesis absoluta en la totalidad de los filósofos existencialistas, sino a reconocerla como parte de la misión trascendental en el descubrimiento del destino del ser humano. La ciencia y la tecnología, son dos pilares fundamentales de toda condición efectiva de la vida y de la evolución en la conciencia humana. Es más satisfactorio comprender que la ciencia, que la tecnología y la sociología, han llegado a convertirse en las hermanitas menores de la filosofía, porque la ciencia que nos va proporcionando un conocimiento real de las cosas, se está constituyendo en un instrumento importantísimo para la filosofía, que abarca el conocimiento total del ser, principio vital de la unidad eterna. La ciencia, con su luz, está proporcionándonos las respuestas a las preguntas radicales, que el hombre se formulaba ante la perplejidad de la existencia. La comunicación es uno de los conceptos más importantes y por “comunicación” debe de entenderse la conjunción de los seres humanos que luchan por alcanzar, de una manera absoluta, la plenitud de su más profunda misión universal.
Es una necesidad de relación directa de hombre, universo; hombre, para llenar el vacío de conocimiento y comprender esa ausencia de pensamiento, que genera el sentimiento de insatisfacción y amarga la existencia de las personas incultas, que se asombran con los diferentes fenómenos físicos y sociales, que no alcanzan a comprender. La ciencia y la tecnología, han desarrollado un sistema de intercambios binarios de trabajo, en el que se comparten lujos y una extraordinaria calidad de vida, pero sin establecer una relación análoga en la comprensión de la capacidad mental del ser humano. La gran mayoría de los seres humanos, incluyendo, tristemente, a sus máximos líderes, van por el universo sin entender, ¿Qué son, quienes son y cuál es su misión en la tierra?... Es tan increíble la ignorancia de algunos personajes, que hasta el hombre más poderoso del mundo, el presidente de los estados unidos de Norte América, no comprende lo que es el calentamiento global y reniega contra las pequeñas e insuficientes medidas, que se tomaron en el pasado para tratar de controlar un poco, la destrucción que le estamos infringiendo al planeta y que, ojalá, no nos lleve a la extinción de la humanidad.
Las evasiones hacia lo erótico, hacia lo irracional y hacia el materialismo sin sentido, no pueden constituirse en una forma de vida, en la que nos convertimos en marionetas de un universo que nos deslumbra con unas maravillas que no podemos entender. Lo que el hombre recibe de la comunicación, es algo de importancia vital, porque nos deja conocer los últimos desarrollos científicos, mentales y filosóficos, que nos permiten salir de nuestras propias tinieblas para ingresar conscientemente en la unidad eterna. Existe una minoría de individuos que, cada uno a su manera, han comprendido la grandiosidad interior que hay en todos los seres humanos, y que se dan la mano, los unos a los otros, para conseguir la sabiduría a través de la comunicación. Por fin hemos llegado al punto en el que comprendimos que A LA VERDAD SE PUEDE LLEGAR POR EL CAMINO DE LA INTELECTUALIDAD, POR EL CAMINO DEL CONOCIMIENTO. Esa verdad superior, de nuestra eternidad consciente, que logramos cuando llegamos al límite del conocimiento y que se transforma en filosofía, cuando comprendemos que el tiempo y el espacio son relativos y que todo va más allá de la imperfecta percepción de nuestros sentidos. Es sorprendente que la comprensión de la eternidad del ser humano, se nos haya hecho accesible a través de la física cuántica, a través de la química molecular, a través de la tecnología y a través del conocimiento en general. Se han derrumbado todos los mitos, gracias al pensamiento de Charles Darwin, de Einstein, de Stephen Hawking y de todos los científicos que, lentamente, han revelado los secretos de esa naturaleza que antes nos sorprendía y se nos hacía mágica. La grandiosidad del ser humano brilla con el conocimiento y se funde en la sabiduría absoluta, en la unidad eterna y en el todo que nos rodea. En la unidad eterna estamos inmersos, pero del mismo modo en que el universo es algo que está en torno a nosotros y, a la vez, dentro de nosotros mismos, puesto que con nosotros mismos se desplaza en esta dimensión porque, también, nosotros mismos somos la unidad eterna.
Leyendo "El nuevo paradigma de nuestra eternidad", no tardaremos en descubrir el inmenso poder que nos brindan la unidad eterna y la sabiduría absoluta, para reconocer que el ser que nosotros somos, tiene su máxima expresión en la conciencia general y colectiva, porque todos somos uno en el pensamiento eterno. Es en la unidad eterna donde alcanzamos una conciencia plena de la eternidad en todas sus posibilidades, en su horizonte ilimitado, en su vastedad y en su hondura.
El ser no es la suma de los objetos materiales que poseemos; más bien hay que decir que son esos objetos y esas circunstancias, los que desarrollan nuestro intelecto hasta que surge la melodía de ese todo, llamada unidad eterna, en la que los conocimientos cobran el verdadero valor. No es muy difícil adivinar, después de lo analizado, que el ser humano tiene que ser, necesariamente, algo más que el ser vivo de la tercera dimensión. “El hombre es esencialmente más de lo que, hasta el momento, podía saber de si”... La conclusión es obvia, EL HOMBRE ES EL TODO. El ser humano es la unidad eterna en proceso. Como resultado de esta conclusión, el ser humano descubre que se puede manifestar como lo desee; puede manifestarse como conciencia eterna, como existencia total, como ser biológico o como espíritu, porque en su evolución consciente ha descubierto que si utiliza la mente de forma muy profunda e intensa, puede crear su propio universo.
Si les proporcionamos la educación y los conocimientos necesarios, a las personas, van a comprender que si se toman las molestias mínimas, para diseñar una nueva vida, muy pronto van a obtener los frutos de esa concentración y van a poder disfrutar de esa maravillosa realidad, como lo hice yo.
El autor.
CAPITULO NÚMERO UNO
No existe una mejor religión para la humanidad, que el reconocimiento de su propia eternidad. Cada uno de nosotros, somos las semillas que renuevan la grandiosidad de esa unidad eterna que es la sabiduría absoluta. Todo lo que comprendemos, todo lo que pensamos, eleva y expande la conciencia colectiva en todas partes. Y cuando vivimos lo que hemos comprendido, por el bienestar de nuestra propia vida, permitimos que otros vean en nosotros, un proceso de pensamiento más sublime, una comprensión mayor y una existencia con más sentido del que ellos ven a su alrededor. Mientras más grande sea tu deseo de amar lo que eres y vivir en el conocimiento, la unidad eterna abre más y más tu entendimiento. Entonces comprendes que eres algo más que tu cuerpo y te conviertes en un pensamiento eterno, porque cada uno de nosotros va llegando en su aprendizaje, limitado por la condición material, hasta donde su evolución consciente se lo permita. A lo largo de tu evolución en la tercera dimensión, has experimentado todas las vivencias de esta vida terrenal, originadas por tu extraordinaria creatividad, y a través de estas experiencias, vas a empezar a comprender todo lo que hay que saber de los pensamientos ilimitados del ser humano, viviendo en la engañosa realidad de la conciencia colectiva. Ya conocemos nuestra fragilidad física, ya conocemos el miedo, ya conocemos la soledad, la desesperanza, el desamor y las limitaciones del tiempo y del espacio, que apenas estamos empezando a romper, como se rompe la crisálida para que vuele una hermosa y colorida mariposa, para poder ingresar a la quinta dimensión sin límites, para poder disfrutar la plenitud, la alegría, la felicidad, la libertad y el placer de ser eternos.
El paso a la quinta dimensión sin relativos, se logra evolucionando conscientemente, a través de las nuevas ventanas que nos abre el pensamiento; ventanas que nos comunican y nos llevan a ser unidad eterna. Así es como extendemos nuestro saber particular, hasta el entendimiento ilimitado de la unidad eterna que es la totalidad del pensamiento. ¿Entonces, cómo consigues que tu mente evolucione conscientemente hacia la eternidad?... Con el deseo, simplemente. Convertirse en eternidad, es desear ser eterno. Es el deseo de permitir que todo pensamiento se convierta en la realidad material que percibimos. El deseo de amar todo aquello en que te has convertido, el deseo de ser el ser de todo lo que eres, porque es muy importante amar la totalidad de todo lo que eres, debido a que, cuando lo haces, inmediatamente, trasciende de la conciencia colectiva y te elevas por encima de la aceptación; trasciendes de lo razonable y vas más allá de la ilusión del tiempo, y empiezas a ser eterno. Escuchas solamente tu voz interior, y empiezas a vivir en la senda de la felicidad y es en ese sendero donde encuentras la sabiduría absoluta.
Cada instante que vives con el amor de la unidad eterna dentro de ti, cada ilusión que abrasas, cada cosa que haces para encontrar tu alegría y tu luz, emana desde tu ser hasta el flujo de la consciencia absoluta, para ayudar a evolucionar al total de la humanidad. Cuando vives íntegramente con el amor de la unidad eterna, haces que la sabiduría brille en medio de la oscuridad de la conciencia social, entonces iluminas el camino de tus amados familiares en el sendero de su evolución y ese es el único camino que los llevará al conocimiento de su propia eternidad. Cuando te amas a ti mismo lo suficiente, como para sentirte merecedor de recibir toda la sabiduría, y deseas saber que eres factor renovador de la unidad eterna; entonces es cuando se abren las ventanas de la quinta dimensión, donde todo es posible. Así es como abres la capacidad de tu cerebro, para recibir todos los pensamientos de la unidad eterna, queriendo saber, deseando sentir toda la emoción de ese conocimiento.
La mejor forma de manifestar cualquier deseo, es manifestándolo desde lo más profundo de nuestro ser, que es esa alma que rige tu cuerpo a través de tu estructura emocional. Tu ser es esa luz que abarca y que rodea todo lo que eres, y permite que todos los pensamientos se originen en tu ser. El ser es la conciencia que está experimentando las realidades de la materia, en la tercera dimensión, a través de la forma corporal, que es la que estimula la mayor o menor capacidad del pensamiento. Por eso, cuando actúas desde el convencimiento de tu eternidad, estas potenciando la totalidad de lo que eres y eso te permite el poder de crear cualquier cosa que desees. Cuando llegues al punto en que comprendas todo, sin tener que explicar o justificar tu saber interior, es porque has logrado tu evolución consciente hacia la eternidad.
Tu alma permite que la memoria de los pensamientos ilimitados exista, en la memoria atávica, a través de la emoción del sentimiento, de esa forma captura tu conocimiento interior para siempre, porque aquello que te has permitido realizar o crear, se ha logado una y otra vez, sin tener en cuenta ni el espacio ni el tiempo. Algo maravilloso que también sucede con tus pensamientos, es que tu alma los puede enviar a través del universo, hacia el flujo evolutivo de una conciencia en particular, atrayendo hacia tu vida una situación que producirá el mismo sentimiento, en la reciprocidad de la acción reacción, que es una ley invariable en cualquier dimensión. Ley muy satisfactoria para el que brinda amor y recibe amor, pero muy dolorosa para el que ataca con violencia y recibe mucho dolor y violencia. Cuando el pensamiento fluye sin limitaciones o prejuicios en tu mente, queda gravado como sabiduría en tu conciencia y la sabiduría significa que el conocimiento se ha consolidado dentro de tu evolución consciente como algo absoluto. A medida que el conocimiento se abre paso en tu mente hacia una forma creativa que logra modificar la materia, empiezas a notar que tus pensamientos se hacen cada vez más claros y más objetivos; aumentando tu amor, tu comprensión, tu compasión y tu desinterés por las cosas materiales, y a medida que el saber, la brillantez, la creatividad y el poder de sanar las enfermedades se intensifican, empiezas a comprender y a dominar las inmensas virtudes de tu eternidad; eres capaz de apreciar a otro ser humano y sentirlo parte de tu ser, y a través del pensamiento puedes viajar hacia el futuro o hacia el pasado de tu vida, porque las limitaciones del espacio tiempo desaparecen. Cuando te permitas comprender tu eternidad, lo comprenderás todo, porque el saber interior cuando no está obstaculizado por las opiniones de los seres menos evolucionados mentalmente, algunos de los que están dirigiendo las grandes potencias mundiales actualmente; sociedades que han construido la cultura terrenal sobre el miedo, la explotación de los más débiles y las supersticiones religiosas que nacieron en la ignorancia de nuestros antepasados, que no comprendían la rotación de la tierra a rededor del sol, porque su escasa educación les hacía creer que la tierra era plana e ilimitada. El saber interior y el desarrollo de la ciencia, nos quitan la venda de la ignorancia de nuestros ojos y nos dejan ver la grandiosidad de los universos del más allá, para poner en duda los discursos moralistas de los célibes que, por miles de años, con sus rezos no dejaban escuchar la sinfonía de los planetas y de las galaxias infinitas.
- ¿Y cómo hacemos para que el saber llegue a nuestro interior?
Queriendo aprender, deseando conocer lo ilimitado y estudiando los sencillos ejercicios de “La religión de los inteligentes” que la pueden encontrar de forma gratuita en la página www.jorgesotobuiles.es.tl , porque mientras más deseas aprender, más comprendes y sientes los pensamientos que se abren en tu mente, para acostumbrarte y poder asimilar el descubrimiento de tu eternidad. Entonces empiezas a comprender que eres algo más que la noción que tienes de tu cuerpo y te conviertes en parte de la unidad eterna.
Cuantos más pensamientos ilimitados permitas que entren en tu cerebro, más se amplía tu capacidad de pensar y más se agiliza tu evolución hacia la eternidad, hacia ese maravilloso estado en el que volarás con unas alas de una luz tan radiante, que te confundirás con la luz de las estrellas y todo aquello que sepas y comprendas, en eso te convertirás. Cuando adquieras la capacidad de comprender las diferentes frecuencias del pensamiento, sabiendo que todo lo que existe es el pensamiento absoluto, entonces podrás convertirte en cualquiera de esas frecuencias y tendrás la libertad de convertirte en mejor persona, o en una nube, o en una montaña o en el viento que vuela con libertad en las selvas. Una vez que tu capacidad de pensar evolucione por encima de ese doce por ciento del cerebro, que utiliza la gran mayoría de los hombres, entonces ya no vas a poder regresa a la ignorancia y, cada vez más, vas a utilizar partes de tu cerebro que estaban sin utilizar y tu enfoque de la realidad va a cambiar y es por eso que podrás estar en la tercera o en la quinta dimensión en el mismo instante, porque los universos pueden ser paralelos e infinitos.
Cuando tu capacidad mental aumente, a un nivel superior, puedes agilizar o retrasar cualquiera de los procesos de tu vida, incluyendo el proceso de envejecimiento, y también puedes adelantar o retrasar conscientemente el día en que se va a disolver tu cuerpo material, para poder disfrutar de la completa eternidad de tu conciencia. También podrás sanar tus enfermedades y las enfermedades de tus familiares y amigos, si ellos los desean. La totalidad de tu mente despierta y el conocimiento empieza a crecer, más y más, en tu cerebro, hasta que un día, cuando hayas conocido la totalidad del amor y de la vida, se disolverá la materia orgánica de tu cuerpo y entrarás a formar parte de la unidad eterna para siempre.
El pensamiento es la ventana que permite que la unidad eterna fluya hacia ti, en una corriente de saber sin límites, que te traerán la sabiduría. La sabiduría es absoluta y eso hace que lo que uno sabe, se manifieste y tome forma física. Ese milagro ocurre cuando abres la puerta del saber interior, para que tomen forma física los pensamientos que desees. El saber es la fuerza que abre las ventanas de la quinta dimensión, que nos permiten ingresar a esa eternidad donde todo es posible. LA VERDAD ES QUE TÚ ERES ETERNIDAD y todas las cosas son tuyas, y cuando sabes que lo son, entonces todas están dispuestas para tu felicidad. Amigo lector, debes saber que el principal dador, de todo lo que necesitas, eres tú mismo, y tu capacidad de recibir radica en saber qué es lo que quieres y qué es lo que te mereces. El saber es la verdad, es el que todo lo permite, es el pasado, el presente y el futuro. Cualquier cosa que desees, puedes tenerla sabiendo que eres tú el que dicta las leyes, y que todo aquello que quieras se va a materializar en tu vida. El saber cubre esa ventana del entendimiento, activando una gran parte de tu cerebro, para que el pensamiento pueda convertirse en una realidad palpable.
- ¿Por qué has obstruido tu saber interior?... Es lo que le podríamos preguntar a cualquier persona de nuestra comunidad y su respuesta, posiblemente, sería:
- Porque mis procesos de aprendizaje se quedaron bloqueados, por una cantidad de creencias y de equivocaciones ancestrales, tan increíblemente primitivas, que es inaudito que en pleno siglo veintiuno, sigamos adorando imágenes de barro y de madera, y millones de personas sigan proclamando doctrinas machistas que obligan a las mujeres, a cubrirse el rostro y a permanecer encerradas en el hogar, sin poder recibir ninguna educación. Es inaudito que a pesar del acelerado desarrollo tecnológico, la gran mayoría de la población, todavía sigan adorando dioses de raza blanca, inventados hace más de dos mil años, cuando se tenían muy pocos conocimientos científicos y todo lo que no se comprendía se le daba un carácter divino. Además de esas equivocadas adoraciones, nuestros procesos se quedaron tan atrapados en las realidades de la materia, que alteramos la percepción del verdadero objetivo de nuestras vidas. Fue necesario el desarrollo científico, que profundizó en la química molecular y en la física de partículas, para llegar hasta lo más profundo de esa unidad eterna, que nos reveló la grandiosidad del ser humano, como criatura consciente de su poder ilimitado. Cada vez que no limitamos nuestras experiencias extrasensoriales, permitimos que nuestro cerebro se active para recibir los poderosos pensamientos, que van más allá de esa desesperante tercera dimensión que llevó al gran escritor, William Shakespeare, a decir equivocadamente sobre la vida que no entendió en medio de su ignorancia:
- “La vida no es más que una sombra en marcha; el ser humano es un mal actor que se pavonea y se agita una hora en el escenario y después no vuelve a saberse de él; la vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no significa nada.”
¿Qué esperanzas tenemos los seres humanos, cuando nuestros máximos referentes se han equivocado de esta manera?... Es increíble que el mejor escritor de la lengua inglesa, haya dicho esas barbaridades.